Puede que ahora suene a delirio de un aficionado que todavía se pellizca cuando mira la clasificación pero si el Barça B y el Villarreal B quedan entre los seis primeros de la liga, el play off a Primera lo jugará el octavo, un equipo de la media tabla. ¿Y si fuéramos nosotros? Ahí lo dejo caer, para la reflexión colectiva, para la cuenta de la lechera morada.
Tampoco serían tan raro. Los dos filiales que militan ahora mismo en Plata son buenos, muy buenos. El Barça B se ha reforzado con el ex sevillista
Rodri en el ataque, con
Kiko Femenía y con la nueva perla de la cantera culé, el extremo
Deulofeu, un jugador que lleva la trayectoria de un misil, que ha brillado este verano en el Europeo sub-19 con sólo 17 años y que sospecho que pronto será enviado con billete de ida y vuelta a algún equipo de la
Premier League. A pesar de ello, nuestro rival del domingo les venció en el Miniestadi por 0-2 hace dos jornadas. Además, no lo hizo reculado atrás a la italiana, como el Nápoles ayer frente al Manchester City, sino practicando un fútbol de altura, con una presión asfixiante, trenzando al primer toque y buscando por velocidad la portería rival. Ganó de poder a poder a
La Masía.