jueves, 10 de mayo de 2012

La insoportable levedad del ser

Tranquis. No voy a hablar de Milan Kundera, ni de la Primavera de Praga (qué bien vendría ahora una de esas), ni tampoco de Philip Kaufman, que llevó al cine la filosófica novela del checo. Eso mejor se lo dejo a Carlos Terrazas, amante de los libros y otras rarezas de nuestro tiempo. El motivo de esta entrada después de casi cinco meses de "lamentable dejadez" de este blog (dicho por un ex lector en Facebook -Gracias por el piropo-) consiste en matar dos pájaros de un tiro. El primero, analizar la situación del Dépor a día de hoy. El segundo, y de rebote en defensa, explicar el origen de mi oprobioso abandono. Ambos están relacionados.

La razón que sintetiza todas es que para sacar punta humorística al lápiz hay que meterse en el papel, sentirlo. Tiene que fluir. Sin embargo, aquello se cortó por causas muy concretas. Como le explicaba a Jomarorb en el foro, a raíz de la derrota en Vigo el 17 de diciembre de 2011, empecé a percibir que el viento rolaba hasta convertirse en un vendaval de fina mierda en polvo un mes después, tras caer sucesivamente contra Elche, Almería y Valladolid con un balance en los cuatro partidos de cero puntos, 2 goles a favor y 13 en contra.

De repente (y no me termino de excluir del todo, a veces sucumbo), el morado luminoso del ascenso empezó a pintarse de luto como cuando los niños se hartan del juguete de Reyes apenas lo sacan del envoltorio. Gente protestando en el campo durante 90 minutos a medio metro de tu oreja, gente diciéndote que no valíamos una puta mierda, gente que enseguida comenzó a vislumbrar que el problema era Terrazas, gente meneando la guadaña en la radio, en el campo y en la calle.

Cuatro equipos de primera fila nos dieron sendas hostias que nos pusieron en el sitio (sufrir como condenados) y entonces llegó la guinda de todo buen pastel, la gorra de Terrazas. Una frase indudablemente referida a una simple multiplicación de los puntos de la primera vuelta por dos, acabó en boca de todo el mundo como la ofensa más grande hecha jamás en los 550 años de historia de Guadalajara. Una expresión optimista acabó adoptando la forma de un boomerang dañino, afilado, guillotinesco. "Mírale el de la gorra", dicen no pocos que no abren la boca para nada más durante un partido, agazapados en la calidez de la masa amorfa.

La sudada victoria frente al Numancia aplacó unos días las cosas. Sin embargo, pronto volvió el ruido de sables porque vinieron otras cuatro derrotas consecutivas. De nada sirvió que esos ceros fueran consecuencia de rarezas arbitrales o penaltis desgraciadamente fallados a destiempo o errores pueriles de jugadores concretos que ya querrían no haberla pifiado (entiendo yo, vamos). Algún flecha agarró los trastos de matar y se decidió a debutar con picadores, animando a la turba a cuestionar al hombre que tantas huellas de admiradores lleva en el omóplato de su chaqueta, algunas con herida inciso contusa en el brazo malo.

Terrazas, el vizcaíno sereno, el fanfarrón que dijo que jugar el play off era fácil, que ascender era difícil (aquello sí era gracioso porque pasó); el hombre que puso a este club de la 13 Rue del Percebe (venga, que sí, seamos sinceros) en la división de plata, aquel para el que el noble pueblo de Guadalajara pedía plazas, avenidas, parques y pagas vitalicias. Aquel que no paraba de agachar la cabeza en la verbena de la Concordia y devolver a los aficionados un modesto "gracias a vosotros" cuando era felicitado al abordaje por el más grande logro deportivofutbolístico de nuestra envidiable historia, empezó a ser un incapaz, un desvalido, un cavernícola del fútbol. Material prescindible.

En ese clima de desagradecimiento y olvido, ignorancia, reproche inmundo, veleidad vergonzante, cabreo monumental por algo además tan trascendente como el fútbol... ¿De verdad queríais que este menda estuviera A/poniendo la yesca en la hoguera o B/aplacando con humor la ira de esa chusma armada con horcas y palos? Ja. Quienes le practicaron a Carlos Terrazas la felación completa y gratuita y después le han querido atar un yunque a los pies y lanzarlo al Henares son dueños de sus actos y esclavos de sus palabras. Ellos encarnan lo que siempre he odiado del fútbol: la división, la venganza, el chaqueterismo..

Desde este humilde blog fui crítico con Terrazas el año pasado en algunas ocasiones. Entonces éramos cabeza de ratón en una categoría que nos iba como anillo al dedo, como dedo al culo más bien. Siempre he dicho que una ciudad del tamaño de ésta, grogui como ésta por la miseria sobrante del ladrillo pujante y unos políticos por regla general bastante poco enchufados al Dépor, con un club mínimamente estructurado, con una atroz competencia por parte de los señores campeones de Liga y de Europa League, estar en Segunda B ya es un regalo del cielo. Lo ratifico. Lo aumento. Estar en Segunda es el acierto de 5+2 al euromillones con un boleto de la primitiva ¿Lo hemos sabido agradecer? No ¿Lo hemos sabido valorar? Tampoco ¿Lo hemos sabido entender? Menos. Sólo hemos sabido amargarnos desde que las aguas entraron en su cauce, que no era otro que sobrevivir como pudiéramos en esta liga.

Aquí lo único que entiende todo el mundo es la gilipollez de la gorra y que Saizar saque el balón por alto. Eso sí lo pillamos. Entonces silbamos. Y gritamos que "no jugamos a ná". Algunos prohombres de vistazo rápido a la guía rápida de entrenador para presidentes, entienden que un tipo que pierde 8 de 9 partidos debe ser despedido ful-mi-nan-te-men-te y de paso arrancada su cabellera para que sufra dolor, pisoteado, orinado encima y arrastrado por unas mulillas Calle Mayor arriba.

Eso sí lo sabemos hacer bien. Te retiro la palmetada que te di en la verbena, manco de mierda. Vasco tenías que ser. Vete ya a tu puta casa. Como Unai Emery en el Valencia, un club con una afición de profundas convicciones. E inteligente, ¿eh? Que han cogido a la primera que después de vender a sus jugadores estrella para pagar el agujero negro de un estadio que por ahí anda a medio hacer es un deshonor ser terceros de la liga detrás de Madrid y Barça. ¿Es nuestra afición más lista? Por un estilo, así así.

Pues no, señores/as. No me apetecía nada que este blog sirviese para echar leña al fuego en un momento de gran dificultad para un hombre al que admiro y seguiré estimando a pesar de su gorra. Para mí, el contrato de Carlos Terrazas en el Dépor tiene una fecha de caducidad muy clara: la que él quiera. Y vuelvo ahora para decirlo donde haga falta. Ahora que hemos perdido un tren contra el Girona que nos hubiese conducido a la salvación con una probabilidad muy alta. Para decir eso y que no soporto a tanto veleta de mierda cacareándome al oído lo malos que somos, lo malo que es Terrazas, lo bueno que era Celes (¿ahora sí? ¿?¿?¿?), lo pernicioso que es Germán Retuerta (más allá de algunos detalles que, precisamente hoy, no voy a comentar porque no me sale de la entrepierna).

He sentido vergüenza ajena viendo cómo la gente se iba del Escartín el día del Dépor-Alcorcón perdiendo por la mínima, o el día del Nastic con victoria apurada, para ver al Real Madrid. Los siete males me han llevado contemplando cómo cuatro gotas de lluvia dejan en casa a centenares de pseudoseguidores que están más cómodos viendo el partido por la Teletoro (casos del Nastic y el Girona) justo cuando te estás jugando la permanencia. He palidecido ante el mutismo de muchos centenares de aficionados que se sientan en silencio en su butaca durante 90 minutos y si abren la boca es para quejarse.

No soy del mismo Dépor que esos. Yo soy de otro.

Soy del Dépor de trasladar con estas pobres líneas mucho ánimo a los jugadores aun reconociendo que unos cuantos están dando bocanadas en una división que les viene grande. Gracias, de verdad, por hacer lo que podéis. Soy del Dépor de seguir protestando al árbitro y voceando con lo que uno tenga cuando vamos perdiendo, para trasladar energía a los jugadores. Del Dépor de pensar que de 18 puntos que quedan ganaremos por lo menos 6 para que esos succionadores automáticos de rabos que ahora piden su cadáver salgan de sus vainas y vuelvan a pasar la mano por la chaqueta a Terrazas a primeros de junio, cuando pasen de gusano a mariposa. Soy de contar hasta 100 y esperar a que acabe la temporada para decir unas cuantas cosas del club que no me han gustado ni un pelo ni dos.

En definitiva: soy del Dépor a pesar de haber nacido y vivir en una ciudad de floja memoria, oportunista, burguesa y estúpida, que no sabe valorar lo que tiene aunque lo tenga delante de sus putas narices, a la que le gusta criticar mucho y emprender poco poquito, que debería estar disfrutando por el mero hecho de no haber pisado el descenso ni una sola jornada de las 36 que hemos jugado. Por fortuna no soy el único. Esta explicación es para los que piensan como yo, que los hay, y bastantes. Los demás, os podéis ahorrar vuestros comentarios dándome cera porque en estos tiempos de crisis con algo me tengo que aclarar la negrura que tengo en los cojones.

Ahora más que nunca, con Terrazas y mi equipo a muerte. Pase lo que pase.

2 comentarios:

  1. Tienes mucha razón!! Yo voy al estadio a animar, y muchas veces me da bastante pena ver que soy el único que grita mientras los de mi alrededor están sentados y callados, contemplando el partido como si te una obra de teatro se tratase. Tenemos mucho que aprender de otras aficiones (ejemplo claro: la del Mirandés), que no dejan de animar a su equipo aunque las cosas no salgan bien.

    También creo, aunque respeto y mucho tu opinión, que el Dépor ha jugado bastante mal algunos partidos en casa(Xerez, Villarreal B, Alcorcón, Girona), pero también ha hecho buenos partidos como contra el Deportivo de la Coruña, o en Córdoba, a pesar de que ambos acabaron también en derrota.

    Esto es lo que hay, y este es nuestro equipo. He llegado a pensar que ese efímero liderato de finales de septiembre creó muchas falsas expectativas en más de uno. Muchos me decían en octubre que veían al Dépor en los play-off este año, y ahora en cambio, se ríen de Terrazas por su plan de ascender en 2013/14 y afirman rotundamente que el equipo va a descender.

    Yo este martes quiero ver al Escartín dejarse el alma animando contra el Celta. Puede que en teoría el Celta sea mejor, pero torres más altas han caído. Pienso que si nuestro Dépor tiene alguna posibilidad de vencer al Celta (que la tiene, sea más fácil o más difícil de lograr), sólo lo conseguirá si su afición es por una vez el jugador nº12 y lleva al equipo en volandas.

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  2. ¡Qué bonito leerte otra vez, hermano Kilgore! Qué pena que te anime a escribir de nuevo el triste panorama de una afición que ha perdido la memoria de repente. Una afición que en una parte demasiado importante tiene todos los síntomas de padecer una de esas terribles y devastadoras enfermedades neuronales degenerativas. No recuerdan nada. No agradecen nada. No sirven para nada. Leí tu entrada desde el día en que la publicaste, pero he querido esperar hasta hoy para enviar este comentario. La razón es sencilla: acaba de terminar el Murcia-Dpor. El resultado empate a 2. La victoria por goleada del Girona ante el Alcoyano hace que el empate sepa a muy poco, sobre todo teniendo en cuenta que el Murcia ha metido el segundo en el descuento, una vez más. Pero no me importa. Seguimos 2 puntos por delante de los catalanes y por tanto son ellos los que, una jornada más, ocupan puesto de descenso. Tampoco me va a importar (más allá de lo que siempre me ha importado el equipo de mi corazón)si al terminar la temporada el cuento de hadas no tiene final feliz, y perdemos la categoría. Seguiré fiel a mis colores, al precioso morado de mi Dpor. Igual que cuando éramos los líderes de 2ª división. Una proeza que nadie podía explicar. Un milagro deportivo. Me quedo con eso. ¡Joder como presumí de mi Dpor aquellos días de vino y rosas! Como cuando ascendimos en Anduva. Otro milagro de los de beatificar a todos los que estuvieron en aquel bendito campo, A TODOS SIN EXCEPCIÓN. ¿Te acuerdas la nube en la que nos encontrábamos entonces? ¿Recuerdas los pellizcos que nos dábamos hasta en el pene para creernos que aquello no era un sueño? Cómo no te vas a acordar. Cómo podría nadie en su sano juicio olvidar todo eso. Pues aunque parezca increible la gente olvida. Pero no un lustro o una década después, no. Olvidan cuando ni siquiera ha transcurrido un año. Cuando los mismos que obraron la proeza siguen a bordo del barco, remando para volver a llevarlo a buen puerto. Me da asco lo que veo, lo que leo y lo que escucho de muchos "incondicionales" del peloteo y del mamoneo. No saben nada. No dicen nada. No aportan nada, salvo la mierda que llevan dentro y que reparten gratis, sin pedir nada a cambio. Buena gente sin duda.
    Hay una cosa en la que discrepo contigo, hermano. Yo no quiero que el Dpor mantenga la categoría para ver cómo todos estos comemierda vuelven a estrechar la mano de Terrazas con la más iscarióticas de sus sonrisas. No. Yo quiero que el Depor se salve porque me encanta el Dpor. Porque es un equipo modesto de una ciudad olvidada hasta por sí misma. Lo del Dpor y el fútbol profesional es una paradoja y por eso me encanta. No tiene sentido ni explicación que militemos en 2ª, y por eso quiero quedarme. Somos un grano en el culo para muchos, así que cuanto más se infecte y esté más lleno de pus, mejor. Que no puedan sentarse sin acordarse de su puto y jodido grano morado. Y Ojalá el día menos pensado les reviente. Será cuando D. Carlos Terrazas, cumpliendo su amenaza, nos ascienda a 1ª división. Ese día me corro 30 veces seguidas, os lo juro (bueno, quizás alguna menos).
    Me preparao para bajar el martes al Skartín a desgañitarme otra vez. Muchos dicen que rascar frente al Celta es misión imposible. A mi eso me importa una mierda, por que ahora más que nunca
    ¡¡¡AÚPA DPOR SIEMPRE!!!
    Bsos morados, hermano Kilgore

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