lunes, 24 de enero de 2011

Porteros, encuestas y crisis

La encuesta no dejaba lugar a dudas. Los lectores de Dporvida elegían a Saizar como el portero titular con un amplio margen (21 votos) sobre Sanmi y Núñez, que obtenían un resultado muy similar. El valenciano cosechaba 8 votos y el uruguayo, 7. Por una vez en la vida una consulta popular ha dado exactamente el mismo resultado que la realidad. A principios de la pasada semana, el club acordaba con Núñez la rescisión de su contrato con el Dépor, tras el que seguramente pondrá fin a su carrera deportiva a los 37 años de edad (cumplirá 38 en mayo).


A pesar de que algunos dudaban de si el medio paisanaje de Celestino Vallejo con el ex portero numantino influiría en la decisión final, lo cierto es que este culebrón (el otro es el de Míchel y Cuesta) se ha saldado con la decisión más natural y lógica de las que se podían dar a la hora de combinar tres elementos tomados de dos en dos.

Era obvio que el Dépor no necesitaba tres porteros senior y era también lógico que Núñez se jubilase tras la inoportuna lesión que sufrió en pretemporada en Valdebebas, fatal para un portero de su edad, la misma lesión que obligó a fichar a Saizar, el jugador que ha acabado empujando al uruguayo a la retirada.

Núñez no deja un recuerdo imborrable en la afición morada pero tampoco pasará desapercibido en la historia del Dépor. En primer lugar porque ha sido de los pocos jugadores de nuestra plantilla que han recalado en Guadalajara después de jugar en primera pero también porque acabó desplazando a Sanmiguel, un portero que posiblemente sí adquiera la categoría de mítico con el tiempo porque siempre aparecerá ligado al ascenso a Segunda B.

Quizá la situación económica nada boyante haya influido también en la decisión, convencido como estoy de que las fichas de Sanmiguel y Saizar son inferiores a la de Núñez. Ayer, en el telediario de la noche de TVE1, María Escario repasaba (mala señal) algunas acciones de protesta llevadas a la práctica durante la jornada por plantillas de equipos modestos en dificultades, como el Cerro Reyes o la Cultural Leonesa, ambos con serios problemas que ya han tenido otros y que tendrán más clubes.

Espero que el Dépor consiga permanecer a flote, lo menos tocado posible ante esa tendencia adelgazante del fútbol modesto, al que los equipos ricos van a tener que asistir de alguna manera si no quieren quedarse solos en la competición de altos vuelos sin nadie que sujete los bajos del edificio en cuyos luminosos áticos residen los aristócratas del deporte rey.

Cuando uno lee las cifras que manejan los grandes al negociar los derechos de TV se marea. También marea ver a la plantilla del Barça y del Madrid entrar al estadio a bordo de su colección de audis, ferraris o bentleys nuevecitos.

De acuerdo que quizá se lo ganen, que sus clubes de 300 millones de presupuesto anual les retornan los ingresos en proporción a su capacidad para generar voluminosos ingresos. Ahora bien, estos dos clubes son lo que son gracias a que equipos como el Dépor están ahí para hacer el rodaje a muchos de los futbolistas que acaban vestidos de blanco o de azulgrana. Bajo el cielo tiene que haber tierra.

El fútbol se va a tener que refundar por la crisis con contratos a la baja que reflejen la verdadera respuesta de instituciones, espónsors y anunciantes pero también abordando un reparto más justo de las migajas que dejan los equipos de champions. Con 50 millones menos de presupuesto cada uno sobreviviría toda la Segunda B y quizá toda la Tercera. Puede que Ronaldo no pudiera cambiar su Ferrari cada año como seguramente será su costumbre (sabré yo lo penoso que es no poder estrenar uno todas las temporadas), pero ese "gran sacrificio" por su parte permitiría que Sarabia, Morata, Juanfran y Fran Rico tuvieran rivales contra los que hacerse futbolistas de primer nivel.

No digo que los grandes carguen con los excesos de una mala gestión de muchos clubes modestos acostumbrados también a vivir muy por encima de sus posibilidades reales, digo que cuando se sienten a la mesa a negociar tengan en cuenta que sus canteranos u otros jovenes a los que tienen echado el ojo no pueden convertirse en estrellas a base de rondos.

Acabo esta entrada por donde la empecé, con Núñez. Deseando que le vaya bien su nueva vida a nuestro ya ex portero, al que le dedico una nueva entrega de los parecidos razonables y una estrofa de un tango uruguayo, "Adiós mi barrio":

Viejo barrio que te vas
te doy mi último adiós,
ya no te veré más.
Con tu negro murallón,
desaparecerá
toda una tradición.
Mi viejo Barrio Sur,
triste y sentimental,
la civilización
te clava su puñal.
En tus calles de ilusón
fue donde se acunó
el tango compadrón.

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