lunes, 11 de abril de 2011

Sigamos siendo invisibles

Pases largos y precisos para el 0-1 y el 0-2

El 0-4 del Dépor al Coruxo no sólo es la mayor victoria conseguida a domicilio por el Dépor desde que milita en la Segunda B española, sino un gran puñetazo en la mesa que nos consolida en los puestos de play off y un mensaje no necesariamente bueno para el resto de equipos, ya que sólo el Castilla había endosado al modesto equipo vigués un marcador similar (1-4) en O Vao. A pesar de que sólo pudimos ver por internet el sorteo de campos, una falta tirada por Ernesto que sacó el portero por alto y un par de minutos tras el primer gol, el partido de ayer fue aparentemente una exhibición del juego que pretende Terrazas, más efectivo que efectista, pegajoso y rotundo. Cuatro fotos fijas de los instantes previos a los cuatro goles certifican el daño mortal que puede hacer el Dépor al contragolpe. Aún así, mantengamos la calma. Todavía no hemos hecho nada.


En el primer fotograma vemos un pase largo de Juanjo tras deshacerse previamente de un jugador que le estorba en el centro del campo. Nuestro 9 le mete un balón a Aníbal de lado a lado que es medio gol. El otro medio lo hace él en un recorte que habilita a Nico, que entra como una flecha por el centro, finta y lo coloca en la portería. Imposible cruzar el campo con menos adorno.

En el segundo vemos más de lo mismo. Pegado a la línea central, Ernesto lanza un zurdazo que se cuela entre dos defensas cayéndole a Aníbal en los pies. Imposible fallarlo. Imposible más economía en el esfuerzo. El pase es tan bueno que Aníbal, en carrera, dispone de una fracción de segundo para colocarse el balón antes de rematar a puerta.

Falta de contundencia defensiva bien aprovechada para el 0-3 y el 0-4

El tercero y el cuarto son más elaborados pero igual de letales, gracias a la colaboración del desesperado equipo local. En el tercero no se aprecia el origen de la jugada, aunque parece un saque de banda que le llega a Oya. Deja sentado a un central con un amague y da la tercera asistencia de gol a Juanjo. En el cuarto, Ernesto coge en la izquierda un despeje-pase que proviene del centro del campo. Amaga una escapada por la derecha, se coloca el balón en la zurda, centra duro y el resto lo hace el rival. Según pude traducir del galego radiofónico, David Fernández evitó que subiera un preocupante 1-2 al marcador.

Podríamos pensar que lo pusieron fácil, que las dos bajas del Coruxo (el delantero Zurbano y el central Alberto García) nos dieron la mitad del partido. Sí pero hay que hacerlo. El Dépor está alcanzando cuando más nos conviene un nivel de eficacia que no tiene ahora mismo ningún equipo del grupo. El mismísimo Lugo tuvo contra el Castilla varias oportunidades de armar contragolpes que le hubieran podido dar el triunfo por goleada en Valdebebas.

El Lugo tiene un ramillete de jugadores que no bromean con el balón en los pies y aún así se durmió en los laureles del 0-2 y en el cansancio de una calurosa tarde madrileña jugando mucho tiempo en inferioridad, dejándose empujar contra su portero para terminar empatando y con el miedo en el cuerpo, puesto que Morata pegó un disparo al palo en el tiempo de descuento en una jugada personal de raza y calidad. Naturalmente, el AS hoy habla de que ese partido era de superior categoría. El dominio morado contra los merenguitos no. Este empate, sí.

La crónica del partido la firma el mismo tipo que no tuvo ojos para el Dépor en el Escartín contra los madridistas. Mejor para nosotros si seguimos siendo el enemigo invisible. También el Ontinyent llegó a los play off de tapado y a puntito estuvo de subir, dejándonos a nosotros en la cuneta con la facilidad del que juega contra unos críos en el parque, aunque perdiendo el tren del ascenso en los cinco últimos minutos en Alcorcón.

El domingo a las 12 jugaremos la enésima final de una temporada de menos a más en la que hemos tenido que remontar muchos puntos de desventaja. Ganando al Universidad tendremos medio billete para disputar las eliminatorias de ascenso en el bolsillo. Lo mejor es que podemos llegar a mayo perfectamente calibrados en este fútbol de presión asfixiante, de pase rápido y certero y con una novedad en las últimas jornadas: inspirado delante del portero rival. Llevamos unas cuantas semanas con la sensación de que el Dépor no ha tocado techo, que todavía le queda algo más grande por hacer, que aún está perfeccionando su fútbol hasta conseguir la matrícula de honor, la única nota posible para ascender.

El profesor Terrazas no iba de farol cuando dijo que había mimbres para lo que está sucediendo. Desde que se hizo cargo del equipo hemos sumado una media de 1,85 puntos por partido. Con semejantes números un equipo conseguiría 70 a lo largo de la temporada. Si no nos descentramos a estas vitales alturas andaremos cerca de esa cifra y seremos segundos, con la duda de si hubiésemos podido ser campeones con él en el banquillo desde el inicio. Hubiese sido difícil porque el Lugo va a terminar la liga rondando los 80 puntos. Ya no cabe planteárselo ni fustigarse por ello. Sí nos queda la ilusión de creer que, a este nivel, podemos entrar en el play off y dar mucha guerra en lugar de ir de relleno.

El Dépor llega a su partido cumbre con una puesta a punto envidiable, carburación de competición. La jornada, con todos los equipos de la parte alta empatando sus encuentros menos nosotros, demuestra la sabiduría de Terrazas, su dominio de la preparación física, táctica y psicológica y el alto nivel de implicación de los pocos jugadores de los que dispone (porque así lo ha querido él mismo). Queda rematar la faena. Primera estación: el Universidad de Feito y del doctor Eufemiano Fuentes. Fundamental contra ese equipo cerocerista será tener paciencia y no perder los estribos. Los jugadores y nosotros. Vendrán a jugar poco, provocar mucho y rentabilizar al máximo su tristeza porque llevan cuatro jornadas sin ganar. Están viendo que pierden el equilibrio.

Además, en función de los resultados que se den en la jornada 34 nos podremos encontrar rivales en los próximos partidos que ya no se jueguen nada. La cosa pinta bien pero debemos huir de triunfalismos. Matemos al oso primero con tranquilidad, sin exageraciones. Ganar 0-4 en Segunda B es casi heróico y está al alcance de muy pocos. Desde el 25 de marzo de 2009 (0-3 en Linares) y antes desde el 30 de noviembre de 2008 (0-3 al Lucena) no conseguíamos un resultado tan cómodo fuera. Desde el 24 de enero de 2010 no conseguíamos una goleada tan amplia (4-0 al Lanzarote en Guadalajara).

No obstante, precisamente después de aquel partido perdimos contra el Universidad en Las Palmas (2-1). También pinchamos en las jornadas siguientes de los dos 0-3 que hasta ahora eran nuestras mayores goleadas a domicilio, un empate ante el Ceuta y una derrota ante el Granada, ambos en el Escartín.

Exorcicemos la euforia y continuemos de humildes, casi invisibles en nuestras gestas y nuestro crecimiento. Hasta ahora nos ha ido bien dudando. Además, sabemos que en las últimas jornadas tienen lugar muchos fenómenos paranormales. Escribamos con rotulador una fecha y una hora en nuestros cohetes: el 15 de mayo a las ocho de la tarde. Pero no los encendamos antes porque cualquier fiesta a destiempo la podemos pagar muy cara según va el grupo de apretado por arriba y por abajo.

1 comentario:

  1. aquí se ve mejor, coronel (aunque digan que el primero es de Iván Moreno)
    http://www.youtube.com/watch?v=kamzGVIR-kY

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