lunes, 4 de abril de 2011

Rompetechada a la madrileña

Un redactor del AS fotografiado anoche mientras corregía su crónica
Dicen que la grandeza de los hombres se mide por el tamaño de sus enemigos. Si nos guiamos por esta máxima, ayer el Dépor demostró con creces que si sigue por el camino que lleva jugará sobradamente el play off en lugar de entrar en el último minuto de la última jornada, como sucedió el año pasado. Porque yo ayer en el Escartín presencié un partido que debimos ganar. Por eso me fui contento. Si no lo hicimos fue porque la justicia del fútbol, como los caracoles, no siempre aparece. No en la brevedad de un partido. La competición suele poner a cada uno en su lugar pero en noventa minutos suceden algunos Poltergeist de vez en cuando. Ayer tocó.


Resulta que este año, los medios nacionales están muy pendientes del Castilla desde que lo cogió Toril. El AS y el Marca cantan con generosos titulares sus victorias por puras ganas de encontrar una esperanza vendible a la machacante cultura de cantera del Barça, incontestable desde hace ya muchos años. Hoy costaba encontrar la crónica del Dépor en el Marca (buena crónica, por cierto, sobre todo comparada con la del AS). No figuraba con el resto de partidos del grupo I y sus mínimos espacios medio enterrados en el periódico sino unas cuantas páginas antes y con un cuadernillo interminable con la clasificación de la media maratón de Madrid entre medias. Ocupaba un envidiable trozo de una página impar del periódico del tamaño de una alfombra de baño.

La del AS era así así de grande y directamente un despropósito, especialmente la ficha del partido. Pura ciencia ficción. George Lucas anda detrás de los derechos para hacer el Episodio XII de La Guerra de las Galaxias, aunque no creo que los consiga porque Spielberg puja por ellos para la segunda parte de ET.

Un detalle es suficiente: para el AS, resulta que Saizar estuvo al mismo nivel que Mejías y obtiene la misma puntuación. El pobre Mejías se estará cagando hasta en el lavabo, porque después de sacar cuatro manos y media de gol a los nuestros que fueron vitales para conseguir el punto inmerecido que se llevó el Castilla del Escartín, su actuación ha acabado valiendo lo mismo que la de nuestro portero, que estuvo vegetando casi toda la primera parte y un buen rato de la segunda (me parece que llegó a comer hierba como si fuese una vaca hambrienta). A mí me llegan a hacer en el colegio lo que le han hecho a Mejías con las notas y acabo el bachillerato por correspondencia.

Diga lo que diga la rompetechada a la madrileña, el Dépor convirtió ayer en minimerenguitos a los merenguitos. Resulta que fue por el aire en la primera parte. Luego empezó la segunda y resulta que se paró el aire, por eso dominábamos. Algún forero que vio el partido en Telemadrid afirma que el gol aislado del Castilla (gran gol de Juan Carlos, por cierto, más atribuible a su acierto que a errores defensivos nuestros) era más que merecido. Se ve que llegando dos veces lo justo es que anotes una. Debe ser que esa es la media capitalina de acierto futbolístico porque en Madrid le echan cocochas de angulas a los cochinos. Creo que las cortan una a una con cúter.

Entre unas cosas y otras, resulta que otra vez me pasó que estando yo allí para verlo, algunos medios me cuentan unas historias de Bruce Lee con giro de codo y mamporro de revés. Porque yo vi un bombardeo de los que hacen época. Vi un rival empequeñecido a tamaño minimerenguito, un B52 abriendo la panza sobre una aldea de palos y hojas. Lo curioso es que ese rival acuciado por el aire, la lluvia y las gramíneas volanderas era más o menos el mismo equipo que tuvo al Leganés contra las cuerdas casi todo el partido la semana pasada. El mismo que sólo había empatado un partido en las últimas 13 jornadas y ganado todos los demás, ese del que han debutado varios jugadores en primera división o en Champions con la camiseta de una de las mejores plantillas de Europa.

El Dépor les metió capa de cera pulida, chapa y pintura a los merenguitos el 3 de abril de 2011. Bien claro se lo pueden contar a sus nietos los 12 jugadores nuestros que saltaron al campo, esos que han sido puntuados en el AS con unos y algún dos cuando media docena larga merecieron más puntos y, sobre todo, más atención a lo que hicieron en el campo.

Ayer, un filial que venía de triunfar por toda España tuvo la potra de adelantarse en una jugada aislada y el Dépor sólo pudo empatar. Y gracias porque enfrente había mucha clase, toneladas de talento que estuvieron 89 minutos y medio neutralizadas por Terrazas y sus muchachos, que han patentado el estilo "lapa cruzada con tentáculos de pulpo, todo ello pegado con superglue 3". Hay que ser un Rompetechos con diabetes o el primo gilipollas de Pinocho para no ver que un humilde equipo de Guadalajara vistió de pana gorda a los futuros Casillas, Ramos, Xabis Alonsos, Higuaines y Oziles. Sólo Mejías y un señor amarillo que corría por la banda alzando la bandera como si trabajara en los hangares de Barajas nos privaron de canjear el sobo por un billete de tres puntos; como hicimos en Valdebebas, cuando el Castilla no interesaba aún ni al AS ni al Marca porque perdía dos partidos al mes.

Menos mal que nosotros estábamos allí y lo vimos. En realidad a mí me da igual lo que diga ese periódico o la tele regional de Madrid pero estoy seguro de que a nuestros futbolistas no. Porque no refleja ni lo mucho que hicieron ni lo bien que lo hicieron.

A ver como le cuenta ahora Juanjo a sus primos de Calamonte que se salió.

A ver cómo me creo yo a partir de ahora las crónicas del Castilla en estos medios que lavan más blanco que Ariel y Colón juntos.

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