martes, 15 de febrero de 2011

Tercer partido soberbio

Parece que la victoria ante el Conquense nos dio más confianza de la esperada. En los tres últimos partidos (Atlético B en el Escartín, Alcalá en El Val y Leganés en el Escartín con grada lateral), el Dépor no sólo ha sumado 7 puntos (media inglesa exacta), sino que ha encajado un solo gol de pura relajación con el 4-0 contra el filial colchonero y ha vuelto a esa presión total sobre el rival que vimos en las primeras jornadas con Faemino en el banquillo.


Quiero felicitar sinceramente a los once jugadores que vienen integrando nuestro esquelético equipo por habernos devuelto la ilusión en esta temporada tan accidentada. Los once están rindiendo a un nivel difícil de mejorar, y aunque quizá pediría un poco más de interés en explorar la banda derecha, los resultados indican que el Dépor está ahora mismo al nivel de los mejores del grupo. No soy muy partidario de preocuparme por el futuro porque se desperdician energías necesarias para resolver lo que tienes entre manos. Sin embargo rezaré lo poco que sé para evitar sanciones y lesiones porque andamos justísimos de efectivos.

Con Míchel y Cuesta a tope, el Dépor tendría opciones muy serias de colarse por segundo año consecutivo en play off. Los aficionados seguimos sin saber qué se oculta tras la "decisión técnica" consistente en sentarles en la grada un partido sí y otro también.

No voy a criticar a Terrazas por ello porque me parece un gran entrenador, a juzgar por lo visto hasta ahora. En algunos partidos me ha sorprendido y tiene algunas rarezas que me cuesta trabajo comprender. No obstante, si queremos la seguridad de que esta racha se puede prolongar sin baches es necesario integrar a estos futbolistas en el bloque, disponer de ellos con normalidad.

Primero porque les estamos pagando para que vean el fútbol en una butaca y segundo porque las posibilidades con ellos en el campo mejoran sustancialmente en la faceta atacante, que es la que propicia el espectáculo.

En los últimos partidos no hemos tenido la mala suerte de que ningún rival se nos adelante. Cuando suceda, ya veremos de qué somos capaces con un banquillo tan ramplón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario