lunes, 2 de mayo de 2011
Nuestra propuesta de paz
El reconocido pacifismo de los dporvidistas nos ha llevado a proponer a la UEFA una iniciativa para rebajar la tensión del último y definitivo Barça-Madrid evitando que un simple partido de fútbol desencadene un conflicto internacional de proporciones planetarias. Buscando una manera salomónica de recompensar al Madrid por la discutible expulsión de Pepe en el partido de ida de semifinales de Champions en el Bernabeu, parece casi obligatorio que Dani Alves se tatúe el rostro del central madridista en un hueco que le queda bajo esa piel que parece un cuaderno de caligrafía gótico-azteca. Se trata de que ambos jugadores queden unidos en el inocente y virginal vientre del lateral culé, simbolizando una fusión maternofilial o una impresión sagrada, como la sábana santa pero en piel humana, o humanoide cuando menos. Estamos seguros de que el brasileño, tremendamente religioso, tendrá en cuenta esta propuesta de reconciliación. Tiene la suficiente cara... de buena persona como para desconsiderarla. Pasados unos meses se la puede quitar si no le agrada, como hizo con sus antiguas orejas de soplillo.
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