martes, 17 de mayo de 2011

Play on con trampa

Primer play-on. Aparentemente plácido ¿dónde estará escondido el cocodrilo?

Y vuelta la burra al trigo con el grupo levantino catalo mallorquín. Repetimos contra un adversario que viste camiseta amarilla y pantalón azul y que va por la vida de tapadito, de ser como poquita cosa. Otra vez campo estrecho, aunque esta vez de césped natural... Querría tener mejores vibraciones para este primer play on de la temporada pero me cuesta. No quiero ser pesimista porque el Dépor venía como un torpedo pero el partido contra el Deportivo B me ha dejado preocupado ¿Estaríamos con la cabeza en Lugo y el cuerpo en el Escartín? Y luego las cifras de esta gente, que miden los goles en contra en decimales.



Clave para pasar la eliminatoria: no fiarse. Otra clave para pasar la eliminatoria: no jugar a otra cosa de lo que veníamos jugando entre las jornadas 28 y 37 (no como la 38 que fuimos una triste sombra de lo que éramos). Otra clave más: concebir cada partido como si fuera de liga, no como un enfrentamiento a doble partido.

Porque esta eliminatoria es muy tramposa. El rival es un virtuoso de pertrecharse bien atrás. Tardaron cuatro jornadas en hacerle un gol al inicio de la liga y muchos de los equipos que han quedado en la parte alta de la tabla del grupo 3 le han metido en ambos enfrentamientos una cifra irrisoria de goles: Sabadell (1), Badalona (1), Lleida (1), Sant Andreu (1).

Sólo el tercero, el Alcoyano, consiguió vencerles claramente por 0-3 al visitarles en medio de una racha de tres partidos seguidos del Orihuela cayendo en estrepitosas goleadas, que alguna explicación habrá. En la primera vuelta habían empatado a uno en Alcoy. La del Alcoyano es la única derrota en casa de toda la temporada. El Orihuela ha sido el segundo mejor local del Grupo III con sólo 8 goles en contra en 19 partidos y consiguiendo en su campo 42 de sus 63 puntos. Peligro, peligrooooo.

Aunque nada tenga que ver este Dépor con el que llegó al play off a trancas y barrancas en la última jornada de la temporada anterior, ni podemos ni debemos menospreciar al rival que nos ha tocado en el sorteo. Vi ayer cómo Terrazas se ponía las vendas de Tutankamón en declaraciones a Televisión Guadalajara, cosa que me tranquiliza para que la plantilla esté más tensa que el tanga de Jennifer López y no dé nada por sentado.

Hemos sido muy buenos en el tramo final de la liga regular. Demasiado a lo mejor porque eso no nos ha permitido alcanzar al final el liderato pero sí que cualquier rival que nos tocase tomara sus precauciones. En las once últimas jornadas hemos hecho números de escándalo, un ruido que ni siquiera se puede aplacar en esta Segunda B en la que todo pasa desapercibido a no ser que te llames Real Madrid Castilla.

Tanta victoria nos ha dado el Play on y la seguridad de que entramos en la promoción de ascenso con posibilidades reales de disputarla. Pero también una fama de equipo inexpugnable contra el que hay que plantar el autobus para rascar algo. En esas nos ha ido a tocar el rival al que mejor se le da esa faena del cerrojazo. No veo yo la suerte por ningún lado, de verdad.

En la jornada 38 hubo sólo 14 goles en el Grupo III. Media tabla se jugaba algo por arriba o por abajo y sin embargo se seguía haciendo un fútbol cicatero y defensivo. Contando los dos goles falsos del Leganés al Cerro Reyes, en nuestro grupo hubo 19 goles esa jornada. El Sabadell ha acabado líder con 42 goles a favor (el Conquense ha metido 47 y promocionará para mantener la categoría). Son reflejos de lo que nos vamos a encontrar contra el Orihuela o contra cualquier otro rival de ese grupo que nos pudiese tocar en el futuro si pasamos esta eliminatoria: orden, un paraguas de plomo alrededor del portero y una infinita paciencia para desenvainar la puntilla mortal que puede acabar contigo.

En 14 de los 17 partidos que ha ganado esta temporada el Orihuela su puerta ha quedado a cero, algo que no hace falta explicar el valor que tiene en una eliminatoria a doble partido. Cinco de sus doce empates también han sido sin goles. En total, 19 partidos de 38 sin sacar un balón del fondo de la red. Cifras que no auguran ningún paseo militar para el Dépor. Vayamos con humildad y el tiento del que anda por un campo de minas si queremos quitarnos de encima a este Orihuela no vaya a ser que se nos quede la misma cara que el año pasado contra un Ontinyent que no parecía nadie y que estuvo muy cerquita de ascender contra aquel Alcorcón de Anquela que ahora está peleando por subir a primera.

Cuidado con estas eliminatorias que las carga el diablo.

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