Soria el triguante

Bárbaro, Soria

Con toda esta mierda del irrelevante clásico he estado a punto de cometer una injusticia garrafal, al omitir lo que hizo Javi Soria el domingo pasado contra el Extremadura. Aunque, como no podía ser de otra manera, le he dado los tres puntos en el foro por ello, creo que se ganó una reseña. De hecho, creo que está sopesando la idea de poner una fábrica de guantes de piel fina cuando deje esto del fútbol.

Las imágenes corresponden a las tres asistencias de gol que dio en los tantos números 1, 3 y 4 del Dépor contra el Extremadura, colgadas en la web de Televisión Guadalajara (link). Arriba, la que le da a Iván Moreno desde la frontal tras recibir el balón que Juanjo custodia previamente de espaldas. En el medio, el pase de 30 metros a Badía para que ejecutara el tercero y abriera su cuenta goleadora. Abajo, armándose para el pase de 20 metros a Iván Moreno para rematar el cuarto. Por medio queda también la jugada ensayada del segundo (esta vez sin Soria): saque en corto de córner entre Ernesto y Nico para que aquel le ponga con la zurda el balón a Juanjo en la misma cabeza. Cuatro envíos de relojero para una goleada.

El recital de precisión y destreza dado por Soria duró noventa minutos. Si lo hubiese hecho un jugador de Primera habría dado la vuelta al mundo. Conformémonos con que dé la vuelta a la provincia. Nos tenía acostumbrados a su don de la ubicuidad en el juego destructivo, a ser el padre protector de Nico, Oya o Cuesta, pero la lección de pases largos y asistencias de gol que dio el domingo rozó la perfección técnica con trayectorias calculadas al milímetro. Un recurso no demasiado explotado hasta ahora por este Dépor de Terrazas que no deja de sorprendernos positivamente con nuevos cauces de hacer daño al rival.

Y lo mejor es que no dejó de defender como un león durante todo el partido. Sólo eché de menos que Terrazas le hubiese cambiado a dos minutos del final para darle la correspondiente ovación por su, quizá, mejor partido desde que está en el Dépor.