miércoles, 7 de septiembre de 2011

Dépor 2011-2012, primer esbozo


Dos partidos, cuatro puntos (por poco no son seis), sexta plaza que da derecho a jugar el ascenso a Primera, buenas sensaciones en casi todo excepto en algunas cuestiones que no tienen que ver con lo que sucede sobre el césped, sino fuera de él (apaños del estadio, política de precios…). Difícilmente habríamos escrito un debut con mejor guión a expensas de lo que pase esta noche en el partido de Copa contra el Almería. Vayamos por partes.

De puntillas
La política “racional” de fichajes a la que nos tenía acostumbrados el club en Segunda B continúa en esta categoría, reforzada por la creencia del entrenador de que vale más modesto que corra que estrella parada. Cierto es que los escasos 4.000 abonados, a los que seguramente llegaremos gracias a los ánimos que infunde en los indecisos la sensacional imagen ofrecida en Chapín, tampoco permitían encender puros con billetes de 500. La fuerte seguridad de Terrazas en que hay armazón para disputar la liga en Segunda y la ambición comedida de algunos futbolistas que han comprendido que jugar liga profesional es una gran oportunidad en sus carreras más allá del dinero que puedan sacar a corto plazo, han dado como resultado el continuismo como argumento con la humildad como eje. Discrepo abiertamente de la política de abonos del club este año pero, tratando de ser justo y equitativo, diré que no es la primera medida del club que no comprendo, aunque el tiempo siempre le ha dado la razón a Germán Retuerta desde que lleva en la presidencia.

Lejos de comportarse como un recién llegado que tira torpemente la casa por la ventana, el Dépor ha entrado de puntillas en Segunda, con la convicción de que puede ser competitivo sin necesidad de desmantelar el camino andado desde que llegó Terrazas. Por el momento la cosa va bien en lo deportivo, aunque los precios le han dejado una fama de pesetero que puede tener consecuencias en lo sucesivo en una ciudad con un bajo grado de compromiso con el que debería ser su club de fútbol de cabecera.

Por otra parte, se percibe un alto nivel de implicación de Terrazas en la confección de la plantilla de este año. Al vizcaíno se le ve cómodo en el Dépor y poco a poco va sumando voz y voto en las decisiones. El rumor de la calle apunta a que todos o casi todos los fichajes vienen avalados e incluso propuestos por él mismo y que incluso ha preferido futbolistas desconocidos para el común de los mortales pero cargados de puntos positivos en su libreta personal en lugar de figuras contrastadas de sospechoso rendimiento.

Terrazas tuvo en el pasado dos oportunidades de entrenar en Segunda que se malograron. Cada día tengo más claro que en ambos casos acabó fuera porque nadie creyó que se puede estar en esta liga sin bailar al son que tocan los representantes, que siguen anclados en una estratificación absurda de los jugadores que les conviene para sacar una tajada más magra en las operaciones de compra-venta. Terrazas es un bicho raro, un revolucionario que piensa que se pueden derribar los muros formales que dividen la plata y el bronce. Piensa que es cuestión de aclimatación, mentalidad y sudor. La mayoría de nuestros jugadores no había pisado jamás la Segunda pero hasta ahora no rechinan. Esa filosofía viene como anillo al dedo en un club poco dado al derroche, al que le viene de perlas que el inquilino del banquillo no tenga delirios de grandeza a la hora de pedir. Desde ese punto de vista se han juntado el hambre con las ganas de comer.

Alineación: homenaje y rodaje
Primer partido. Terrazas repite el once del ascenso a excepción de los dos fugados. ¿Lección de fútbol?¿Retazo de soberbia?¿Prueba de refutación?¿Apuesta por las piezas que mejor conocen su sistema? No lo sé. Sólo sé que me gusta porque transmite dos mensajes. El primero es que les pide a los jugadores fe ciega en su forma de interpretar el fútbol. El segundo es continuidad de lo que pasó con Míchel y Cuesta el año pasado, pero sin señalar (aún) a nadie: el que no se lo gane no estará. Soy de los que no les gustan los escarnios salvo en casos extremos. No apruebo lo que hizo Merino en el minuto 40 en Jerez sentando a los dos hombres de banda (Israel y Oscar Díaz), aunque a los jugadores hay que recordarles de vez en cuando que el currículum y la puntuación del FIFA 12 no les hace titulares del equipo.

Escalonadamente
Nuestro técnico es un zorro de cuidado. Poco a poco va introduciendo cambios en la alineación, pequeñas modificaciones en la medida que el marcador lo permite. Sabemos que no es propenso a los retoques, sino fiel a unos planteamientos cuyo desarrollo en el campo le obsesiona. Quizá sea un anuncio de que el once inicial del Dépor contra Las Palmas no se parezca mucho al de la sexta o séptima jornada. Poco a poco va mostrando cositas y probando a la gente, pero sobre la base de que lo que cuenta es el equipo y no la individualidad genial de fulano o mengano. En su línea.

Entre los nuevos, Jonan y Arriaga han entrado de golpe en el once por las bajas de Nico y Juanjo y la lesión de Badía, aunque es pronto para deducir si seguirán siendo titulares cuando toda la plantilla esté al mismo nivel de preparación. Rodri y Harper no han podido aún enseñar sus cartas. Gaffoor tampoco. Otros, sí. Gago se está mostrando como un tipo cumplidor, sin complejos y polivalente, Jony dejó en Jerez detalles de mucho interés. A Víctor Fernández le está pudiendo el ansia. Quienes le han visto entrenar aseguran que puede ofrecer mucho más. En los partidos es otra cosa. A ver si se serena. De Arriaga todos esperamos que desequilibre, no sólo que trabaje. Creo que en Jerez estuvo mejor que contra Las Palmas, aunque sigo sin ver a ese futbolista que con 20 años fue el décimoquinto jugador más utilizado por Heynckes en el Athletic de Bilbao y ocho veces internacional sub-21, selección con la que marcó los mismos goles que Fernando Torres en la mitad de tiempo. En cuanto a Cristian, por el momento preveo que tendrá pocas oportunidades, igual que Gaffoor. Su concurso parece supeditado a cómo se desenvuelva el escocés, aunque probablemente también tenga opciones como jugador de banda.

El físico
Aunque en Xerez se notase menos porque el rival juega al ritmo que le impone la edad de algunos de sus hombres clave como Capi o Josemari, el primer partido nos dejó muy malas sensaciones en cuanto a la preparación física del equipo. Terrazas ha metido una pretemporada generosa, con ocho partidos, y en Azuqueca se le oyó gritar durante los noventa minutos que quería ritmo, rapidez, primer toque, entretenimiento cero. Cuesta un poco creer que en los dos primeros partidos de liga hayamos visto jugadores fundidos o con calambres, especialmente el de la jornada 2 en el Escartín frente a un rival cuyo peligro venía de futbolistas jóvenes. No sé si acusaremos la marcha de Diego Muriarte en un aspecto que es fundamental para el Dépor debido al enorme desgaste al que es sometido, máxime en una categoría en la que técnicamente nos encontraremos rivales muy superiores que se beberán hasta la última gota de sudor morado.

Ya en el play off de la temporada anterior el equipo dio muestras de cansancio y aunque este año la plantilla es más larga también la competición es más exigente. Dejo ahí el interrogante. El sábado vi el Valladolid-Córdoba y se jugó a un ritmo infernal todo el partido. Sólo al final, cuando llegó el 2-0, el Córdoba flaqueó. En muchos otros partidos de esta jornada ha habido goles en el tramo final, lo que quiere decir que aquí nadie se rinde hasta que se acaba.

Diesel marcha atrás
Uno de los defectos de la temporada pasada se ha acusado con el cambio de categoría. Hablo de la dificultad que tiene el equipo a la hora de recular con rapidez. El único gol que nos han hecho vino en un córner sacado por nosotros y varias tarjetas han sido producto de nuestra falta de flexibilidad a la hora de engranar la marcha atrás en la transición ataque-defensa. Nos falta aceleración en el repliegue. La mejor forma de contrarrestar esa carencia es terminar siempre las jugadas, aunque sea con remates al tercer anfiteatro.

En Segunda, los regalos se pagan caros porque una de las armas predilectas a falta de la calidad de los futbolistas de Primera es la velocidad. Cada vez que hemos perdido un balón en el centro del campo hemos tenido serios problemas atrás. A ello contribuye que nuestra pareja de centrales no tiene precisamente la aceleración de un deportivo.

Somos un equipo un tanto diesel y, como tal, debemos jugar fácil y exponer el balón sólo en área ajena. Por otra parte, Jonan García aporta finura en el pase en profundidad (Nico tenía más desborde pero menos visión), aunque sigo sin verle un portento físico, capaz de servir de primer dique en la faena de Soria. En Chapín, el conquense retrasó un tanto su posición para desmantelar la presencia de Capi. En los siguientes partidos veremos si se trata de una corrección temporal o definitiva. El Dépor pierde valor en la jugada de pase largo cuando Soria reduce su aportación en ataque. Eso sí, lo gana en tranquilidad. Son diez metros que se notan mucho. Cabe suponer que Terrazas lo tiene controlado y que lo modulará en función del desarrollo de cada partido y de las cualidades del adversario.

Traje de camuflaje
Me gustan los cuatro puntos pero también me incomoda el hecho de que en una jornada sin fútbol de Primera división hayamos destacado a causa de la victoria en Chapín. Una de nuestras mejores bazas es el desconocimiento, el efecto sorpresa. Hace que los rivales se confíen y se les pueda asestar el estacazo del conejo. Cuanto más destaquemos más prevenidos estarán los rivales, más nos estudiarán y más intensidad le imprimirán a sus acciones. Ya sucedió al final de la temporada pasada con Nico, que pasó de jugar como en el patio del colegio a estar sometido a vigilancia intensiva, a tener perro de presa específico. Afortunadamente, el Sabadell nos está robando el papel de equipo revelación. Que dure; por lo menos hasta enero.

Muchas tarjetas
Una de las cosas que hemos podido comprobar en los dos primeros partidos es la propensión arbitral a mostrar tarjetas. Las Palmas ha sufrido una expulsión en cada uno de los partidos que ha jugado, lo que me indica que nuestras reiteradas amarillas no son producto de una novatada, sino de una nueva vuelta de tuerca en la aplicación del Reglamento, revisado cada verano para justificar la existencia de tantos comités. El árbitro no dudó en dejar a un histórico del fútbol español en inferioridad contra un debutante en sólo media hora. A los nuestros los cosió a tarjetas, frecuentemente evitables. En Chapín, más de lo mismo. Sin ser un partido especialmente bronco nos llevamos cinco amarillas, que sumadas a las seis contra los canarios anuncian una temporada movidita en este capítulo. A pesar de ello, poco que reprochar a los árbitros en las dos primeras jornadas. Deseable que la cosa siga por lo menos igual.

1 comentario:

  1. Chaval eres un genio ,como lo describe,por muchos blogs que creen,nadie mejor a mi pequeño modo de entender el furbol

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