martes, 13 de septiembre de 2011

Una de copas

Nunca veremos esta imagen. Con Jorge y Felipe VI no digo yo que no
Está visto que hay alguna mano negra por ahí que nos impide ver al Dépor en la Copa. El último partido de esta competición en el Escartín se produjo entre los reinados de Fernando VI y Carlos III, por lo que yo ya me empiezo a hacer a la idea de que Juan Carlos de Borbón y Borbón y Borbón y Borbón… nunca le entregará el trofeo a Jorge a causa de ese sorteo y su pertinaz manía de enviarnos a disputar las primeras rondas a la conchinchina. Quizá no tanto porque el Dépor no llegue a disfrutar del momento de gloria de recoger el trofeo, que lo hará, sino porque la salud del actual monarca está bastante en entredicho.


Sobre el partido contra el Almería había profetas para todos los gustos. Unos querían la eliminación para concentrarnos en la liga. Otros deseaban continuar, a la espera de poder trinchar un adversario de esa Primera de mierda que dice Del Nido que es, y así meter unos ahorrillos para las arcas. Claro que, vista la respuesta multitudinaria de la afición oscense este sábado igual nos encontrábamos jugando los octavos contra el Barcelona con la grada nueva semivacía, a 200 euros el asiento.

Yo pertenezco a una tercera corriente, la de observar el partido como una extensión de la liga independientemente del avance de ronda que estaba en juego. El Almería es un recién descendido de la máxima categoría del fútbol español, lo cual no le asegura estar arriba este año pero sí se le suponen mimbres para ese cesto. A la vista del resultado me quedo con que en un campo muy difícil, el Dépor acabó los 90 minutos empatando a cero con un plantel de jugadores en el que había 7 novedades sobre la alineación de Chapín. Aún así, disputó el partido, mientras otros presuntos candidatos al ascenso goleaban a rivales de nuestra misma competición liguera: el Deportivo de La Coruña le metía una manita al Girona y el Valladolid le hacía la media docena al Nastic de Tarragona.

Aunque breve, el tránsito por esta competición no me acaba de dejar mal sabor de boca. la Copa pasa una vez más de largo por el Escartín, lo cual está dejando de ser novedad. Lo sentirá el club porque eso le impedirá embolsarse unos miles. A mí me dejó impertérrito la eliminación. Me interesaba más que siguiésemos cogiendo confianza y demostrando que podemos plantar cara a cualquier equipo de nuestra nueva categoría, que debutaran algunos jugadores para que no sintieran extraños con la camiseta morada y que Terrazas sacase conclusiones positivas sobre recambios que va a terminar necesitando a medida que entremos en faena.

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