jueves, 17 de noviembre de 2011

Antonio Moreno: "soy un santo"

San Antonio de Padua Moreno
Os digo yo que os equivocáis con él. El becario de Dporvida ha entrevistado a Antonio Moreno y ha descubierto que prácticamente hablamos de San Antonio de Padua, monje portugués que acabó canonizado menos de un año después de su muerte (¡un año!, el pedazo de santo que no llevaría dentro ese hombre) y que aparece en las estampitas de esta guisa, siempre con un tierno infante entre sus brazos al que en ningún momento llega a agredir. Os confundís de persona los que creéis que estamos ante un tipo capaz de destripar a una vieja para robarle la pensión.

Es lateral por los cuatro costados (qué bueno ¿eh?), aguerrido, luchador, limpio como el agua del Ganges y natural de Puerto Real, aunque vino al mundo en Baleares por un rebote (de él no, del destino). Tras un pequeño malentendido contra el Recreativo de Huelva regresa al equipo “para seguir dando hos…. la cara por el equipo”, según nos cuenta. El becario de Dporvida fue a entrevistarle y regresó con un tobillo roto cuando el jugador trató de demostrarle mediante una recreación que fue injustamente expulsado ante el Recre. No obstante, trajo la entrevista, aunque El Señor no pudo pasarla al ordenador por imperativo facultativo. No te apures, que ya lo hago yo.

Dporvida.- ¿Qué tal estás Antonio?
Antonio Moreno.- ¿Me dices a mí?¿Me estás diciendo a mí? (se perfila y pone el mismo gesto que Robert de Niro en “Taxidriver”. Luego se descojona, cuando el becario ya se ha cagado en los pantalones).
DPVD. [ojo, siglas, como los programas de éxito de la tele]- Bueno, una injusticia lo tuyo ¿no? (Obsérvese cómo el becario va cogiendo el tonillo de pregunta deportiva: empezando por “bueno” y opinando por opinar, sin que la pregunta sea tal, sino una interrogación que podía ir hasta sin letras dentro).
A.M.- Claro que es una injusticia. Hay acciones que son confusas y te toca pagar los platos rotos a ti porque pasabas por allí, porque todavía no está claro si le rocé siquiera, quillo.
DPVD.- Pero fue por detrás ¿no?
A.M.- Por detrás dice (susurrando). Por detrás (sigue susurrando). Te daba yo a ti por detrás, te ibas a enterar de lo que vale un brazo de gitano (casi inaudible).
DPVD.- ¿Qué?
A.M.- No… Decía que ya lo explicó el míster esto, que no tengo más que añadir que eso del Barrio Sésamo. Detrás, delante, arriba, abajo, cerca, lejos… Toda esa mierda, pisha. Yo es que no pude explicarlo igual de bien porque no teníamos tele en mi casa.
DPVD.-Pero entonces…. hubo roce ¿verdad?
A.M.-Roce dice (susurrando). Roce. Habrás tú rozado alguna vez a alguna, con esa cara de calabacín que tienes (sigue susurrando).
DPVD.-¿Cómo?
A.M.-No, que casi no le rocé. Lo que pasa es que cuando haces un gesto fuerte hay veces que el mismo aire les tira. ¿Sabes lo que te quiero decir? Porque el aire tiene una fuerza del copón. Mira los molinos, producen electricidad, tronco. Electricidad que es igual de buena que la de las nucleares, no te vayas a creer. Se encienden las bombillas y todo y funciona la lavadora lo mismito. Algo así pasó ¿Comprendes?
DPVD.-Pues no, la verdad…
A.M.-Sí, hombre. Ponte de pie. (A continuación es cuando se produce el “incidente”. El becario queda muy mal herido tras la recreación, pero continúa la entrevista para hacerse el profesional, como en las películas, que hieren de bala a un policía y no se coge la baja médica ni diez minutos. Igual que en la vida real, vamos).
DPVD.- (Sintiendo dolores como de parto) Ya veo. Pues es verdad que el roce ha sido mínimo.
A.M.- Ea. Ya te lo he dicho. Y esto se lo demuestro yo a cualquiera que me pregunte.
DPVD.- ¿Te consideras una persona violenta?
A.M.- Violento dice. Con que violento. A ver si vas a bajar las escaleras por el hueco (todo susurrando).
DPVD.- ¿Decías?
A.M.- ¿Qué?
DPVD.-Que si te consideras violento.
A.M.- De ninguna manera. Soy un santo. El santo de longitud y el santo de altura juntos (ríe frenéticamente su propia ocurrencia). De verdad, desde que era chico siempre levantaba al contrario cuando lo derribaba. Y si era necesario le pagábamos los gastos del hospital. Por estas (jura besándose el dedo pulgar con mucha energía).
DPVD.- O sea que eres un tipo limpio.
A.M.-Pero mira cómo tengo la casa, quillo (vuelve a reír). (Pasa los dedos por la mesa bajera del salón. Se los mira. Se le corta la risa en seco. Se los limpia en el pantalón). Perdona un momentito. (Se va. Entra en la cocina. Cierra la puerta. Se oye un vocerío al otro lado. Regresa con una sonrisa de oreja a oreja y pone un disco de “El Junco”). Me relaja ¿sabes?
DPVD.-Este... Bueno ¿qué tal la Segunda? Ya se os va conociendo…
A.M.- ¿Conociendo por qué?¿Quién me va conociendo?
DPVD.-No, si digo al club, a todos...
A.M.- Al club, al club (susurrando). Cuidadito no te vayas a llevar la grabadora clavá en el costillar (dice entre dientes). Sí, ya vamos sonando. Los otros equipos nos van cogiendo un respeto porque estamos haciendo bien las cosas.
DPVD.-¿Piensas que Terrazas volverá a contar contigo para el once después del partido de sanción?
A.M.- Espero que lo haga. Por su bien (lo dice bajito pero se da cuenta de que el becario lo ha oído). Lo digo porque cuantos más seamos, mejor ¿no? Más tiene para elegir ¿a que sí?
DPVD.-Sí, sí, sí, sí. Claro.
A.M.- Ah, bueno.
DPVD.-Pues ya está. Ha sido fácil.
A.M.-¿Y por qué tenía que ser fácil?¿Es que no puedo yo responder a una entrevista difícil?
DPVD.- No. Quería decir que…
A.M.-Que es broma, cacho gilipollas, anormal, pedazo de escoria, retrasao, soplagaitas, malnacío. (Le da un palmetazo en la espalda al becario que lo priva de aire durante treinta interminables segundos. Antonio ríe como un caballo, soltando y roncando, soltando y roncando).

Por el pasillo, mientras acompaña a su entrevistador a la puerta de la casa, le atenaza amistosamente el brazo con la mano como si lo llevase preso. Se sitúa detrás del becario en todo momento y curva el cuello hacia adelante para hablarle muy bajito, mientras mira alternativamente a los lados. Cuando se ha marchado hace un corte de mangas al aire que suena como el restallido de un látigo en el cañón del Colorado. Regresa al salón y sube la canción de “Junco” que está sonando en ese momento, “Ya llega la noche”. La canturrea elevando una mano al cielo mientras con la otra se apretuja el paquete y pregunta a voces que qué hay de comer.
- Violento, dice. Será payaso.

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Dporvida desea recordar a sus lectores que ésta y otras entrevistas publicadas con anterioridad son falsas, por lo que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. En ningún caso habríamos cometido la irresponsabilidad de arrimarnos a Antonio Moreno para hacerle preguntas.

3 comentarios:

  1. Muy buena la entrevista!! Pero ese becario... no da la talla, poco coraje tiene. No se, ponte en contacto con Goyo Benito, Migueli, Andoni Goicoechea... gente mas curtida.

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  2. En realidad no le he echado porque paga por trabajar y porque es hijo de quien es.

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  3. Manolillo.....Un poco blandito, el becario,,haber si fuiste tu, te has hecho kk, y es bueno que haya chicos,,,,,,,

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