lunes, 13 de junio de 2011

Acabar con el doble discurso

Cuando debería estar de buen humor por haber conseguido el billete para la final del ascenso, resulta que estoy jodido por los acontecimientos que sucedieron al término del partido contra el Sevilla Atlético. Tanto que soy incapaz de verle ahora mismo el lado jocoso.


Encarecidamente espero que la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, conocida coloquialmente como la Comisión Antiviolencia, le meta un rabo al Sevilla FC de tal calibre que se le salten los ojos de las órbitas a los culpables directos, pero también por extensión a todo su staff directivo, al que también deberían empalar si queremos ir progresando en esa legítima aspiración de limpiar el fútbol de indeseables.

¿Por qué? Porque no lo atajan, porque lo critican con la boca chica, porque lo justifican desde la falsa creencia de que son necesarios o de que dan colorido a la grada o calor al equipo. La realidad es que no actuando con contundencia contra estas turbas se propician que incidentes tan lamentables, o peores, queden impunes y se repitan incluso acrecentados.

Tampoco me vale el discurso de que “por cuatro animales” pagamos todos. Esos cuatro animalitos (400 más bien los que apedrearon a nuestra afición en la Ciudad Deportiva del Sevilla ayer) agredieron físicamente a una afición que suele tener por costumbre hacer amigos en sus viajes y no meterse en follones. Ayer, porque sí, porque quedaron eliminados, porque iban vestidos de otro color, padecieron el acoso de varios centenares de salvajes que unos minutos antes habían invadido el campo con las cámaras de televisión por testigo.

En el caso del Sevilla llueve sobre mojado. Se sabe pero se consiente que una serie de ultras violentos entren en un recinto deportivo cuando hace ya muchos años se especificó muy claramente que la obligación de los clubes es colaborar para identificarlos y alejarlos de los estadios.

El señor Del Nido posibilitó ayer, quiero creer que no por acción, sino por omisión de su deber, que centenares de estos sujetos estuvieran a punto de causar algún daño que después hubiera que lamentar. Nos suena. Y nos suena porque presidentes, jugadores, directivos y entrenadores de muchos otros clubes que no vienen al caso, alimentan a estos grupos, les pagan viajes, les dan entradas, se reúnen en amistosas cenas con ellos, les pasan la mano por el lomo al tiempo que se pasan la legalidad por el arco gótico de la entrepierna cuando su deber es echarles de una puta vez del fútbol, ese caldo de cultivo tan idóneo para montar toda clase de hazañas bélicas alrededor de una idea. El fascismo de toda la vida, vaya. Dale a un tonto una bandera que le haga diferente, tras la que se sienta fuerte, y matará por ella a cualquier otro que no la lleve o que lleve una distinta.

Desgraciadamente para Sevilla y el sevillismo pacífico que se limita a amar sus colores sin despreciar los de otros, estos fulanos han conseguido engorrinar la fiesta futbolística de Guadalajara como hubiesen hecho con la suya propia. Porque les da absolutamente igual el resultado. Su castrada hombría radica en amenazar y agredir a todo aquel que no pertenece a su deleznable tribu. El fútbol es una excusa para congregarse y atacar indiscriminadamente al que no se parece a ellos.

Como seguidor pacífico de un equipo de fútbol me limpio el culo con la bandera del pollo negro, con las esvásticas, con la bandera de los presos etarras, con cualquier trapo que sirva para incitar a la violencia. Y creo que la cosa debería tomarse verdaderamente en serio, especialmente por parte de los clubes.

Desde 1992 admiro a Guus Hiddink, entonces entrenador del Valencia, porque tuvo los santos cojones de ordenar a un empleado del club que hiciese retirar una bandera con símbolos nazis que sus propios ¿seguidores? habían instalado en la grada en los minutos previos al partido de liga frente al Albacete. Para él, un holandés cuyos compatriotas e incluso miembros de su familia sufrieron la opresión de aquella gentuza, no cabían medias tintas con la simbología que encerraba aquel garabato. Ole sus huevazos.

Todavía estoy por oír a un presidente declaraciones contundentes sobre los grupos ultras de su club. Por hacer lo mismo que hizo Hiddink, por liderar la expulsión de 200 ó 300 tíos antes de que empiece un partido. Quiero vérselo hacer reiterativamente a árbitros, aplaudir a rabiar mientras un delegado obliga a desalojar una grada entera. Pero no, es mejor lamentar la muerte de Guillermo Alfonso, el crío aquel de 12 años al que mataron con una bengala en 1993 en Sarriá o de Aitor Zabaleta, asesinado por un radical del Frente Atlético en 1998. Después, cuando pasa, todo el mundo se rasga las vestiduras. Se redactan nuevas normas muy severas, se levanta la guardia… hasta que se vuelve a bajar y la mala hierba crece y se expande.

Hace unos días, el Escartín acalló con silbidos y abucheos cuatro voces que iniciaban el estúpido canto de “Sevillanos, yonkis y gitanos”. Perfecto. Me siento orgulloso de pertenecer a una afición que muy mayoritariamente rechaza esos amagos de exclusión, de ridículo tópico infamante que acaba prendiendo mechas peores por la mala cabeza de unos pocos. Me da igual si, por ser una afición señorial, mi equipo no acaba ganando nunca nada o jamás asciende a Segunda. Sólo espero que, dentro de muchos años, todo aquel que levante una copa lo haga sin necesitar los cánticos de estos repugnantes grupos de matones de verbena.

Ahora, con los foros y las redes sociales trasladando al momento cualquier comentario fuera de madre, es demasiado fácil sembrar el odio a través del prejuicio. Yo mismo borré unos comentarios sarcásticos desafortunados que metí en Twitter llevado por la calentura de haber sido amanchegados en la web oficial del Sevilla (como si eso importase mucho, por otra parte). Lo hice en cuanto comprendí que había sido un error por mi parte, porque quienes nos creemos personas sensatas no debemos dar ni un átomo de alimento a esos animalitos que viven de confundir a otros haciéndoles tomar el todo por la parte. Lo borré, lo aclaré, pedí disculpas y fueron unos cuantos los que lo entendieron. Alguno incluso se disculpó a su vez por el topónimo mal empleado por su web.

A raíz de ello cambié mi opinión sobre el Sevilla, fuertemente mediatizada por sucesos como el de ayer. Yo también tenía la idea preconcebida de que el sevillismo se define por ciertos sectores que arman demasiado ruido. Falso. La primera entrada al blog http://www.sevillasevillasevilla.com tras la lamentable lapidación en la Ciudad Deportiva el domingo me demuestra que, en realidad, sólo hay dos clubes en todo el planeta: unos pertenecemos (y debemos seguir haciéndolo sin flaquear por situaciones concretas) al de vivir el espectáculo del fútbol sintiendo nuestros colores y procurando no ofender a la afición rival (cierto es que nadie es dueño de la hipersensibilidad de ciertos adversarios).

Al otro club pertenecen los débiles mentales que atacaron a los nuestros con piedras, gente que entiende esto como las guerras púnicas en versión siglo XXI. Son pocos pero acostumbran a manipular a más con sus maniqueísmos de mierda. Hoy, a pesar de lo sucedido ayer, me mantengo en la idea de que no podemos juzgar a 40.000 socios por lo que hicieron unos centenares, aunque unos centenares sean muchos. Porque quizá son muchos más de lo que puede soportar el buen nombre del Sevilla C.F y sus 106 años de historia. Sevilla es la cuarta ciudad más poblada de España y entre 700.000 hay más necios. Es una cuestión proporcional. Nada más. Porcentualmente, los mismos que en cualquier sitio, supongo. No tiene que ver con el Norte, el Sur o el Centro. Cualquier explicación en ese sentido es cebada para los de las piedras.

El caso es que estoy convencido que la gran mayoría de aficionados pertenecemos al primer club. Por eso no debemos callarnos cuando suceden estas cosas. Debemos reaccionar y condenarlo y pedir que todo el peso de Antiviolencia caiga sobre los culpables si han sido identificados, o sobre el club al que le toque por no haber tenido la eficacia suficiente para expulsarlos antes de este juego, por haber sido el coladero que les ríe las gracias o por su ineptitud a la hora de reaccionar cuando la olla entra en ebullición.

"Cada hombre tiene que pensar en todo esto y adoptar una actitud. Es malo permanecer pasivos. Actualmente son grupos pequeños, y realmente no creo que pase nada. Pero, como persona, quiero tomar partido y lo rechazo". Eso dijo Hiddink cuando fue preguntado por las razones que le llevaron a hacer lo que hizo.

Yo no pensaba escribir sobre esto. Pensaba dejarlo pasar, disfrutar de la clasificación y olvidarlo. Escribo sobre ello porque me ha conmovido la valentía de este bloguero sevillista por rechazar a esos falsos suyos. Me ha impulsado su inteligencia comprendiendo el mal que le hacen a su club, a la reputación de su escudo y sus colores. También la de muchos otros vecinos suyos que han hecho comentarios opinando lo mismo. Todos ellos llevan mis mismos colores. Los de las aficiones para las que el fútbol no puede ser jamás motivo de pelea. Como mínimo de respeto y preferiblemente de unión. Cualquier aficionado del Dépor que milite en el extremismo, el fanatismo y el odio al rival tiene mi repudio y mi rechazo absoluto.

Señor Del Nido. Acabe con toda esa mierda. No lo aliente defendiendo que en otros clubes también pasa. Empiece arando su huerto, limpiando su casa. No viva, como muchos otros presidentes de muchos otros clubes españoles, en ese doble discurso de aparentar en público una cosa y compartir después mesa y mantel con ellos. Actúen en serio. Échenlos de una puta vez. Por el futuro del fútbol. Por el bien de todos. Y si no lo hace, que Antiviolencia se ocupe de usted. Por su pasividad, que es tanto como decir por su doble moral.

8 comentarios:

  1. Soy el administrador del blog SevillaSevillaSevilla.

    Sólo puedo pediros disculpas por los imbéciles de ayer.

    Deciros (aunque no se si os valdrá de algo) que aquí la gran mayoría estamos indingnados con la actitud de esos "sevillistas" ayer.

    Sólo puedo desearos suerte para la próxima eliminatoria y reiterar mis disculpas.

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  2. A D. Santiago Mora: como seguidor del Club Deportivo Guadalajara le doy las gracias en mi nombre, y estoy seguro que en el de toda la afición morada, por demostrar que se puede y se debe ser seguidor de un club de fútbol y comportarse racionalmente. Seguramente Ud lo tiene más complicado que cualquiera de nosotros pues tiene que convivir con según que tipo de gente cuando se desplaza al campo a ve al equipo de sus amores. No obstante y mientras la inmensa mayoría de la afición de su club sea tan digna, cuerda y responsable como Ud. creo que tienen ganado el futuro. Eso sí, en lo que Ud. y tantos como Ud. puedan hacer al respecto le pido por favor que intenten que quienes dirigen su Club actúen con su misma cordura y responsabilidad. No esperen a que sea demasiado tarde.
    Muchas gracias por sus buenos deseos para la próxima eliminatoria. Yo por mi parte, en el foro en el que habitualmente escribo y comparto momentos de fútbol con otros apasionados del C.D. Guadalajara he cometido el error, dejándome llevar por el primer impulso de los lamentables sucesos de ayer, de declarar equipo non grato y enemigo público al Sevilla F.C. y todos sus equipos patrocinados. Creo que todo el mundo merece una 2ª oportunidad y Ud me ha demostrado que su afición,al menos la parte buena de la misma, se lo merece. Procedo en este instante a modificar mis palabras, en la seguridad de que aunque sea un pequeño gesto, ayudará a que las cosas en el futuro sean mejores. Por supuesto las disculpas están aceptadas, faltaría más...

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  3. chapeau a Kilgore, chapeau a Santiago Mora y chapeau a P.locas. qué bonito puede ser esto del fútbol...

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  4. No sabeis lo que aquí en Sevilla daríamos el 95% de la población por poder ir a los Sevilla-Betis mezclados amigos y familiares con camisetas y bufandas de los dos equipos, pero como habéis podido comprobar, si algunos son capaces de lo que son capaces por un filial (que no les importa nada el resto del año) y contra un equipo como el vuestro con el que nunca hemos tenido ningún problema, imaginaros en un Sevilla-Betis.

    Lamentable, pero al menos vemos que en todas las aficiones la gran mayoría somos gente normal....

    Saludos y suerte a todos....

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  5. Gracias por tus ánimos, Santiago. Eres un fenómeno y creo que somos muchos los que entendemos que globalmente el sevillismo no se siente reflejado en ciertas actitudes completamente indefendibles. Por vuestra parte creo que debéis estar contentos este año porque se ha visto una hornada de jugadores con mucho futuro, que es lo que de verdad debe importar en un filial, independientemente de la categoría en la que juegue.
    Un abrazo

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  6. Aprovecho el hilo para dar mi opinión de los hechos,pues no solo estaba en el campo,sino que estaba con vosotros justo al acabar el partido,e incluso puede charlar con alguno de vosotros.

    No puedo dejar pasar la oportunidad.

    Lo del otro día lo hacen delincuentes,punto importante.
    100 delincuentes,no mas.
    Dale a un tonto una piedra,y mañana serás portada del Marca,sobre todo si es de Sevilla.
    Ese matiz es importante que no lo mezclemos,porque en la ciudad deportiva,había 6000 personas.
    Y lo que no podemos dejar es que los delincuentes se adueñen del fútbol.
    No podemos dejar que la imagen de mi equipo sea la de 100 delincuentes,porque estaríais siendo tremendamente injustos
    Son menos,hacen mucho mas ruido

    Y este problema no es solo de Sevilla o del Sevilla.
    Logicamente,en una ciudad de 1 millón de habitantes,la proporción es mucho mayor.
    Suerte que no os tocó el Eibar por ejemplo
    http://www.marca.com/albumes/2011/06/12/incidentes_eibar_alcoyano/index_4.html

    Suerte que nos os ha tocado lidiar con el Frente átlético o los Ultra sur,y se de lo que hablo
    Jamás se me ocurrió pensar que la afición del Madrid es Ultra Sur,y creerme si os digo que lo que es pasó el otro día son migajas comparado con lo que yo sufrí en Madrid.


    Delincuentes,pero no aficionados,personas que son un problema para la sociedad,no solo para el fútbol.

    Y el Sevilla no ampara a estos delincuentes,es mas,lucha contra ellos,y os pondría poner mil ejemplos,el problema es que lo que vende es lo otro.

    Sentí vergüenza ajena,indignación
    Ver la cara de aficionados del Guadalajara que podían ser perfectamente mi padre..
    Es indigno.

    Pero luchemos todos contra esta lacra.

    Y una buena manera de empezar a luchar,es diferenciar claramente quien es quien,y no pensar que una afición centenaria como el Sevilla es representada por esta chusma.
    Por justicia,y porque es la realidad.

    Si ahora alguien va vendiendo que la afición del Sevilla es mayoritariamente como esta basura,le hace daño no solo al Sevilla,sino al fútbol.

    Somos mas,muchos mas.

    Un saludo y suerte para la próxima eliminatoria

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  7. He dicho 400 citando a un medio local de Guadalajara. Ignoro si eran tantos o eran 100 porque yo, afortunadamente, no estaba allí. Da un poco igual. En el resto coincido en lo sustancial contigo, incluido lo de ciertos tendenciosos periódicos, aunque discrepo en una cosa: es evidente que vuestro club no hizo lo suficiente para evitarlo. Por lo menos el domingo.
    Sin embargo, el que estemos hablando del Sevilla aquí y ahora es porque es donde les ha pasado a nuestros aficionados, no hay ningún motivo más. Por supuesto que soy consciente de que es más generalizado de lo que parece. Eso es lo lamentable, lo suframos nosotros o lo sufra un sevillista en Madrid o un madridista en Barcelona...
    Por otra parte, me alegra que muchos queramos mantener la cabeza fría, los que no recurrimos al facilón enfrentamiento entre aficiones al rebufo de las actitudes de gentuza que, en el fondo, es lo único que pretende y que encima busca ridículas coartadas para perpetrar sus hazañas (como tristemente he podido comprobar en ciertos foros).
    Saludos a ti también. Aquí tienes un aliado para defender con uñas y dientes en Guadalajara que el sevillismo no son cuatro fulanos tirando piedras, sino muchos miles de personas animando, cantando pacíficamente en las gradas y dando colorido al fútbol de Navas, Negredo o Kanouté.

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  8. Totalmente de acuerdo Kligore.

    De verdad,puedes leer mi comentario en el blog de Santi Mora.
    Yo,que soy sevillista,sentí miedo.
    No eran 400,los delincuentes no.
    Si había unos 400 biris detrás de la portería,pero el grupo chusma que pensaba liarla,eran 100,150 máximo.
    Y te lo argumento,yo estaba tras banquillo del Sevilla y dentro de mi indignación,me dio tiempo a calcular,entraron todos en el campo y se pusieron frente a mi.
    La policia nacional,controló el tema,gracias a dios,solo por su presencia,porque podía haber sido mucho peor

    Yo,que soy sevillista,sentí miedo.
    Miedo,y vergüenza.
    Me indigna,de verdad
    Y ten seguro,que hay muchos de los Biris,que no todos son iguales,que rehusan de esta gente,chavales de entre 16 y 25 años mas o menos de media.
    Pero en eso si estoy de acuerdo contigo.
    Esta peña no debería permitir que esta gente entre con ellos,y el Sevilla reforzar aun mas las medidas,que te doy mi palabra que son muchísimas,
    Esta directiva fue la primera en instalar cámaras en el gol Norte,les ha quitado privilegios que tenían desde hace tiempo.
    Bastantes,pero no son todos

    Y puedes estar seguro,que el 95% de la afición del Sevilla se avergüenza de gente así.

    Te insisto en que el problema no es del fútbol,es de la sociedad.

    Guadalajara,que no conozco,pero que me consta que es una ciudad preciosa,tiene 85000 habitantes y Sevilla un millón,con todos los problemas de las grandes ciudades
    Calcula

    Un abrazo y aquí me tienes para lo que quieras.

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