martes, 7 de junio de 2011

Parecidos razonables: hoy, las cejas de Terrazas


No mientas porque tú también te lo has preguntado. Alguna vez te has quedado taciturno, embobado durante un cuarto de hora. El equipo se jugaba los tres puntos en el césped y tú ahí, mirándole, como un pasmarote, venga a centrifugar. Pensando: esas cejas... El caso es que esas cejas... Tras un arduo trabajo de investigación hemos dado con la solución gracias a nuestro programa de reconocimiento facial (versión 4.0.3, la mismita que empleó la CIA para comparar a Bin Laden con Llamazares). Hoy, en parecidos razonables, las hipnóticas cejas de Carlos Terrazas Sánchez. Por poco pero ha resultado que no son piezas únicas de colección. Sólo había otras dos iguales en el mundo y las hemos encontrado. Por fortuna, estaban cerca y las hemos podido traer.


Efectivamente. No se trataba de dos hurones tumbados al sol sobre una era de tierra rosada del Señorío de Molina como algunos pensaban, sino de las cejas del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. Sendas matas de abundante pelo jaspeado capaces de proteger los ojos humanos más sensibles de amenazas como la lluvia ácida o la radiación liberada en Fukushima y que necesitan algo así como un centenar de pasadas con un cepillo de alambre metálico para estar presentables en sociedad tras ocho horas de lucha con la almohada. Si era lo que estabas pensando, premio para ti. Si todavía siguen rondándote por la cabeza un par de ratas callejeras vistas en plano picado, mal. No era eso. Tienes que estar más atento/a.

1 comentario:

  1. Y es que unas cejas así, como las del Sr. Terrazas, son las que hacen falta para salir triunfante en misiones imposibles. Pues la misión que el entrenador vasco se impusó a sí mismo desde el momento en que llegó al banquillo del Skartín era, o al menos a todos nos lo parecía, una misión imposible. Ahora, gracias a esas cejas de superhéroe que adornan el rostro del míster, la cosa ya no nos parece inviable. Nos ha convencido a todos a base de buen juego, resultados, milagros futbolísticos realizados con futbolistas deshauciados. Los cojones bien puestos, siempre en su sitio, como los trajes que gusta de usar en el desempeño de su labor. Las cejas del SEÑOR TERRAZAS son superlativas, como el caballero que las porta. Son cejas que transmiten tranquilidad, seguridad, aplomo, firmeza, convicción, carácter férreo y claridad de ideas y objetivos. Son unas cejas que parecen desempeñar la misma labor que la melena de Goliath o las fuertes espaldas de Atlas: nos sujetan a todos, nos aguantan a todos, nos insuflan fe a todos. Yo era un ateo futbolístico cuando un tal Liñero ocupaba el banquillo morado. Ahora creo a pies juntillas. La misión se ha tornado de imposible en muy probable. La cosa podrá salir bien o mal, pero yo ya me he convertido y, pase lo que pase, sé que las cejas del SEÑOR TERRAZAS estarán ahí, aguantando el tipo, protegiendo a su equipo y a su afición del vendaval. AHORA SÉ QUE LO VAMOS A CONSEGUIR, no me preguntéis cómo ni porqué, simplemente lo sé. Gracias CARLOS por hacerme creyente, por llevarme a la fe futbolística. Casi la había perdido...

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