lunes, 6 de junio de 2011

¿Qué coños les diría?

Un día después de ser testigo presencial, de cargo, de uno de los cambios de mentalidad más increibles que se hayan dado en el descanso de un partido de fútbol desde que los ingleses inventaron este noble deporte, no dejo de comerme el tarro con unas preguntas ¿Qué les dijo Terrazas en el vestuario?¿Qué pasó ahí dentro?¿Les amenazó con sesiones de lectura en voz alta del Quijote, con hacer cineforum después de ver la filmografía completa de Ingmar Bergman? ¿Con poner unos altavoces en el Escartín por los que sonasen a gran volumen todos los discos de La oreja de Van Gogh, El Sueño de Morfeo y Mecano durante los entrenamientos?

Algo muy serio tuvo que ser porque pocas veces he visto salir a un equipo tan enchufado a un partido tras el descanso, tan resuelto a cambiar el curso de los acontecimientos. Igual no lo sabemos y Terrazas es comandante de los Marines en sus ratos libres, o responsable de interrogatorios de la CIA. O negociador en secuestros con rehenes. Algo así. Si alguien sabe lo que pasó en ese feliz descanso que lo cuente, por favor. Que lo haga por el bien del conductismo, por humillar a Pavlov, para hacernos con el control de la humanidad desde una organización secreta con nombre de crema para la cara. Pero que lo cuente. Me pica tanto la curiosidad que no sé si podré dormir hasta que lo sepa.

3 comentarios:

  1. envíe a su becario, pardiez!, yo también quiero saber qué pasó ahí dentro.

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  2. Estamos trabajando en un reportaje de investigación que puede llevar meses u horas. El becario es becario por algo.

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  3. Ese mismo día pude conocer una frase de esa charla que, creo, moriremos sin conocer (ojalá me equivoque).

    Si le sirve de algo, mi Coronel, dicha frase es: "Esto no puede seguir así". Espero que sea válida para su investigación, mi Coronel.

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