Hala, a hacer socios por ahí

Estoy un poco hasta los huévedos de que alguna gente de Guadalajara de toda la puta vida (nacidos, criados, estudiados, pacidos y reproducidos aquí) me felicite en la calle por el ascenso. Cada vez que lo hacen les pregunto que por qué me dan a mí la enhorabuena en lugar de dársela a ellos mismos. Entonces te responden aquello de "yo no soy socio". Ante eso, yo me pongo bravo y les digo "pues hazte", a veces hasta añado un "joder" con cara de pocos amigos al final de la frase, para enfatizar y eso. Unos dicen que ahora se lo pensarán por haber ascendido, otros que les viene mal porque los fines de semana juegan a la petanca, otros que si el dinero (alguno incluso te lo casca con un polo puesto de esos con un caballo bordado más grande que su cabeza que vale medio abono).


Excusas, replico yo. No hombre, es que..., te contestan medio avergonzados de ser como son. Qué pollas, a hacerse socios, que luego a todos nos gusta presumir cuando nos pregunta por ahí un primo lejano de no sé dónde que se muere de envidia. Da igual que lo hagan ahora porque hayamos ascendido a Segunda. Todos hemos sido subecarros alguna vez. Por unas razones u otras un día te arrimas y picas sin que haga falta que vengas de la pata del Cid. No todos hemos tenido un abuelo del Dépor socio fundador y lateral zurdo de admirable finura. No todos hemos sufrido al Torpedo 66 y al Quintanar en aquellas terceras que ahora parecen tan lejanas y que nos tragábamos hace menos de cinco años.

Da igual. Para muchos es ahora o nunca. Predicad la religión deportivista en púlpitos, bares, casas de lenocinio, bibliotecas, parques infantiles y plazas públicas. Donde quiera que vayáis. Extended la marea morada y convenced a la gente de que esto no se sostiene nada más que aplaudiendo al paso del autobús. Voy a cerrar el garito por vacaciones pero cuando levante el cierre otra vez quiero no menos de seis o siete mil abonados y quiero ver el escudo del Dépor hasta en la sopa de los menús del día. Esto no es gratis. O nos mojamos nosotros los primeros o regresaremos a Segunda B en menos que canta un gallo y un paso atrás al año que viene podría ser fatal para nuestros intereses tal y como está el fútbol actualmente.

A mi vuelta quiero también compromisos políticos serios con el Dépor, que se puedan contar con el índice y el pulgar. Nada de me hago la foto con la camiseta y luego si te he visto no me acuerdo. Pasta. Estadio en condiciones. Mojándose el culo. Demostrando que uno siente el deportivismo, que no es morado por los votos, para que te vean los dientes. Que yo sepa, los políticos también pueden hacerse abonados en lugar de ir de gañote.

A pagar como tú y como yo, que luego llegan los días felices y no se pierden una en los balcones y los salones. A las duras y a las maduras, pasando por caja en lo individual y haciendo proselitismo entre las empresas para que también le aticen un meneo a la cartera, que una cosa es estar flojo y otra diferente estar en la miseria. A ver si acabamos ya con la puta filosofía del "todo gratis" que tiene esta ciudad a la que tanto le gusta ir invitada hasta a los entierros. Hemos dejado fuera al Mirandés pero tenemos mucho que aprender de ellos. Allí su equipo es una cosa sagrada. El compromiso empieza soltando la pasta, presumiendo de ser del club como uno más, de estar con él a muerte.

Venga, que hay tarea. Yo ya he pegado unas cuantas broncas pero seguiré porque vale ya de tanta boquilla.