El domingo me quedé bastante jodido con el resultado porque por mucho que tratemos de convencernos, sólo nos queda agarrarnos a una remota posibilidad para ascender. Es cierto que el Mirandés ha perdido en Anduva 25 puntos esta temporada y que ha hecho mejores números como visitante (40 puntos) que como local (32). Sin embargo, su sangría en casa procede fundamentalmente de empates (8), no de derrotas (sólo 3). Si a esas cifras unimos que los 90 minutos son los que deciden un ascenso y no un partido, la conclusión es bastante funesta.
Sin ánimo de torear a toro pasado, lo estaba viendo venir. El Mirandés había marcado casi todos sus goles en la fase de ascenso en el tramo final de los partidos. Al Cádiz le hizo el 3-1 en el minuto 84 y el 4-1 en el descuento, al Badalona le endosó el único gol de la eliminatoria también pasado el minuto 90. Y a nosotros nos ha cogido una importante ventaja en el minuto 88 en una jugada que, vista entera, describe la desgracia del desgraciado: córner sacado en corto, despeje largo, Saizar que la tira a la olla desde muy lejos, rechace de cabeza que le cae a un tío desmarcado en los pies, miedo de derribarlo para evitar la tarjeta, apertura a su jugador más técnico deshaciendo Soria el fuera de juego por bajar a tapar y disparo de Infante pegado a la cepa. En resumen, todos los astros alineados para jodernos la fiesta.
Con total naturalidad, Terrazas ha intentado vendernos que esto es tan fácil como ganar un partido más fuera, lo que, por otra parte, hemos venido haciendo con asiduidad durante la temporada. Lógicamente no va a tirar la toalla, aunque mentalmente será consciente de la dificultad de la empresa. Quedan 90 minutos y el fútbol puede ser una caja de sorpresas.
La remontada es algo que a nivel de probabilidades es, no ya bastante lejano, sino absolutamente remoto. Sólo el Logroñés, el Eibar y el Lemona han ganado en Anduva esta campaña y todos ellos lo hicieron hace mucho tiempo (el más reciente, el Eibar, en enero). Después de aquella derrota, había jugado 8 partidos de liga en su casa y el Mirandés sólo vio perforada su portería en dos ocasiones (ambos en la jornada final, contra la Gimnástica, que le empató en casa y le arrebató el liderato). Y una más en play off, contra el Cádiz. Las siete jornadas anteriores nadie fue capaz de hacerle un gol. Algo así como 650 minutos sin sacar el balón de su red. En fin. Como para estar animado. Lo único bueno que tiene la estadística es que de vez en cuando falla estrepitosamente por un hecho aislado que la tumba. ¿Será el domingo?
El ascenso pasaba clarísimamente por no encajar en casa, obligar al Mirandés a buscar el gol en Anduva y sorprenderle en alguna jugada aislada en la vuelta, como en la eliminatoria de ascenso a primera entre el Elche y el Granada, en la que hubo un ascendido sin victoria. La primera premisa ya ha torcido el resto de la secuencia lógica.
Por eso ahora toca la épica de invertir la ley de probabilidades, machacarla. Como sucede en "Airbag", cuando Arguiñano juega a la peligrosa tortilla rusa con todo en contra, siendo el último y habiendo sobrevivido su último oponente. Estadísticamente, su tortilla tiene que contener por fuerza la letal amanita phalloides y conducirle a la tumba, pero él come con la convicción de que no va a morir, y encima fanfarronea:
-Come cabrón, que las posibilidades son las mismas.
-¿Dónde se ha visto comer sin pan y vino?
-¿De dónde eres tú? De Logroño. Pues pareces de Gibraltar.
-¿Abandonar yo? ¿Con este vino abandonar? Yo he venido a jugar porque necesito la tela.
Y gana los 60 millones.
Ver la secuencia
Voy a intentar aportar algo de ciencia exacta que, sin lugar a dudas, pues por algo las leyes matemáticas y las leyes físcas son de inexorable cumplimiento, determinará el trinfo de nuestro Dpor en Anduva y la consecución del ascenso a la Liga Adelante. Voy al asunto:
ResponderEliminarHecho 1 (Domingo 19/06/2011): contra todo pronóstico, cuando todo parecía apuntar a un 0-0 muy esperanzador o incluso a un todavía más ventajoso 1-0 a favor de nuestro Dpor, va el Infante de Miranda y nos jode el asunto con un gol antológico contra toda lógica y en el penúltimo minuto.
Hecho 2 (Lunes 20/06/2011): contra todo pronóstico, cuanto todo apuntaba a que mi hernia de disco (L5-S1) había empeorado notablemente después de un episodio agudo que me dejó postrado tres semanas y sin apenas movimiento en la pierna derecha, mi traumatólogo me dice, tras revisar la resonancia magnética que me habían practicado de urgencia el sábado anterior, que la antes citada hernia se estaba "reabsorviendo" y que mi pronóstico era considerablemente mejor que en la resonancia y demás pruebas diagnósticas del año pasado.
Hecho 3 (hoy, martes 21/06/2011): contra todo pronóstico, mi hija mayor se produce una fuerte torcedura en el tobillo de su pierna derecha como consecuencia de un salto en uno de esos malditos complejos de juegos múltiples para niños. Lesión diganosticada por el traumatólogo de Urgencias: avulsión del maleolo peroneal externo derecho. Consecuencias directas: escayola hasta la rodilla para cuatro semanas. Consecuencias indirectas: descojón de toda la planificación familiar para el presente verano.
Bien, como se puede observar se han producido 3 hechos en 3 días que han roto toda la lógica que en teoría debería presidir y dirigir nuestras insignificantes vidas. Cualquier persona con una mínima formación podrá colegir que no estamos por tanto ante una secuencia fortuita sino ante un claro patrón lógico-matemático que necesariamente va a desembocar (pues no hay dos sin tres, ni tres sin cuatro) en un
Hecho 4: (Domingo 26/06/2011)contra todo pronóstico el CLUB DEPORTIVO GUADALAJARA vence al Mirandés en Anduva por 1 gol a 2 y culmina una temporada histórica con un no menos histórico y merecido ascenso a 2ª División A.
Este es el mensaje que puedo transmitir a toda la afición morada: no me cabe duda de que lo conseguiremos. Me baso en hechos irrefutables y en leyes de la naturaleza que aunque escapen a nuestra limitada comprensión, se cumplen de manera fatal e inexorable, hagamos lo que hagamos y/o deseemos lo que deseemos.
Enhorabuena Gudalajareños y Guadalajareñas. Lo siento, Mirandeses y Mirandesas, pero esto es lo que hay (y habrá)...