Clones. Hoy, otra obra de arte: Jonan

Continuamos con la serie de parecidos razonables con otra obra de arte más, la de Jonan García y su particular oveja Dolly. Os prevengo que el FBI ya ha contactado conmigo para que le busque un doble en condiciones a Bin Laden tras el estrepitoso fracaso de mezclar su cara con el pelo y la barba de Gaspar Llamazares con demanda de responsabilidad civil de por medio y todo. Estamos en conversaciones que podrían acabar cuajando, por lo que no descarto acabar el año en Guantánamo con un manzana en la boca y una cuerda oprimiéndome el escroto y el cuello al mismo tiempo. Si este parecido os parece bueno, que lo es, es que no tenéis ni idea de esto. Esperad al siguiente, que está ya en la cocina. Será absolutamente inmejorable, más aclamado aún que el de Rodri. Os doy mi palabra de que el listón quedará a una altura con el próximo que ni Serguei Bubka podrá superarlo.

Pues sí. Lo has adivinado, querido lector fisonomista aficionado. El doble de Jonan García no es otro que el actor italiano Terence Hill, nacido con el venerable nombre de Mario Girotti hace 72 años y pareja de correrías de Bud Spencer en una colección de películas que siempre se quedaron en puertas de entrar en el cuadro de honor de Venecia, San Sebastián y Cannes. Títulos como "Quien tiene un amigo tiene un tesoro", "Y si no, nos enfadamos", "Par impar", "Más fuerte, muchachos" o "Le llamaban Trinidad" figuran en su extensa filmografía.

Lo que poca gente sabe es que antes de dedicarse al cine de mamporros que tantas infancias entretuvo, este actor probó en el cine serio, participando incluso en títulos de culto como "El Gatopardo", de Luchino Visconti. Y no es broma. Curiosamente también intervino en sus inicios en una deficiente adaptación biográfica de... Tatachán... ¡¡¡"Aníbal"!!!, una producción italiana rodada en 1959 y con el insípido Víctor Mature en el papel del general cartaginés. Todo cuadra. La cuestión es saber conectarlo.