martes, 18 de octubre de 2011

Otro empujoncito para Ryan


Continuando con la habitual fusión cinefutbolera que inspira este blog, le dedico a Ryan Harper este afiche revisado de Rocky (John G. Avildsen, 1976), la primera y única película de la saga que debió rodarse por el buen nombre del séptimo arte. En él, desaparece la panorámica del Fairmount Park en neblina que puede contemplarse desde el Museo de Arte de Filadelfia, pero no por capricho, sino porque me parecía una sobrada que un recién lesionado tuviera que chuparse esa escalinata para levantar el puño en la cima, que lo podía hacer desde la fuente de la Concordia sin castigar la rodilla, vamos.

La confirmación de la rotura de ligamento fue una mala noticia que me tuvo un poco sonado la semana pasada. No sólo porque el escocés me cae simpático, sino porque empezaba a creer que este futbolista había encontrado la manera de llenar el enorme hueco que se nos quedó con la fuga de Juanjo, que estaba creciendo día a día como el buen whisky. Pero... al igual que Rocky Balboa, Harper se tropezó camino del triunfo con su Apollo Creed particular, encarnado en el antihéroe Juanra. Si la memoria no me falla, Rocky no traba amistad con su prepotente enemigo hasta alguna de las secuelas, esas que nunca debieron rodarse. Supongo que el bueno de Ryan perdonará al lateral derecho del Hércules. Yo no soy tan piadoso.

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