miércoles, 26 de octubre de 2011

Suspense


De todos los nombres de estadios de España, el del Numancia es quizá el más definitorio. Cuenta la leyenda que la selección de Laponia pidió de rodillas una estufa en el descanso de un partido amistoso celebrado allí, que un equipo islandés se negó a jugar la segunda parte y que hay un cadáver en la última fila en perfecto estado de conservación, un hombre de mediana edad que murió de hipotermia en 1952. Tan bien está que los días de fútbol le van a ver sus nietos, le ponen una bufanda y le abrazan cuando marca el equipo local, aunque con un poco de repelús.


No hay que hacer mucho caso, son historias de viejas para asustar. Según el Instituto Nacional de Meteorología, la temperatura mínima alcanzada allí a duras penas ha bajado de -67 grados Celsius, aunque matiza que el termómetro atómico se congeló durante el experimento de medición, en el que no participaron personas, sólo robots, por motivos humanitarios. Básicamente estoy de acuerdo con Machín en que habría sido mejor jugar este partido en agosto que ahora. Pero no por lo que él dice. Más que nada por la salud de nuestros futbolistas y desplazados, que van sin vacunar contra la gripe (inconscientes) la mayoría de ellos.

Por lo demás, el partido de "Los Pajaritos" me inspira un gran suspense. Ellos vienen de Valladolid con una derrota dolorosa por 2-1, con remontada blanquivioleta, de esas que escuecen como le escoció al Deportivo la de Alcorcón. Han empezado mal pero tienen más experiencia y algún jugador de relumbrón, como Unai Expósito, Gorka Larrea o Díaz de Cerio, amén de otros futbolistas con mucha experiencia en Primera pero que tienen un visible talón de Aquiles en el gol (llevan únicamente 7). Sin embargo, algo estará haciendo bien este club de una capital más pequeña que Azuqueca cuando en los últimos 15 años no ha pisado las divisiones situadas más abajo de Segunda.

A nosotros nos avala nuestra trayectoria, esa inercia positiva evidenciada en la gran primera parte que hicimos contra el Sabadell y los suaves retoques que va introduciendo Terrazas en un equipo que ha sabido sobreponerse a la mella de la estrepitosa goleada en Coruña y a la frustración de la inesperada derrota contra un Hércules que sigue escapándose a base de sumar ratoneramente de tres en tres. Por el momento, la jornada ha empezado mal para nosotros, con el Valladolid y el Celta remontándonos posiciones en la tabla. Emocionante partido el que nos espera, a pesar de que ninguna televisión se haya interesado por él. A ver si hay suerte y a eso de las 11 sentimos el cálido abrigo de una victoria que, nuevamente, se puede definir en los pequeños detalles. Esperemos que "Los Pajaritos" no congelen nuestro avance.

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