Leo en "El País" que acaba de morir otro grande del cine cómico, el director
Blake Edwards, a los 88 años de edad. El padre de obras maestras como "Desayuno con diamantes", la saga "La pantera rosa", "El guateque", "Cita a ciegas", "La carrera del siglo", "Víctor o Victoria", "¿Qué hiciste en la guerra, papi?" y "Operación Pacífico" me deja un pelín más huérfano todavía de lo que ya me dejaron
Berlanga y
Monicelli. Parece como si este puto mundo tuviera prisa por fulminar a los que tienen el talento de hacernos reír. A ver si alguna tele se acuerda de ellos y programa un ciclo en condiciones en lugar de ponernos una y otra vez a
Steven Segal con su chaqueta de indio haciendo el mono, mierderas corridas de toros desde Ecuador o Perú y tertulias repletas de tíos cabreaos a los que sólo les cambia la cara cuando abren el sobre con el cheque de la cadena, que es casi tanto como decir el cheque del partido político por el que hablan.
Descanse en paz Blake Edwards. Un GENIO con sentido del humor que, contra la opinión de mucha gente, a mí me parece el sentido más importante, y mucho menos común que el propio sentido común, ese que erroneamencte se considera por la mayoría como el menos común de los sentidos. Como empieza a no tener "sentido" lo que estoy escribiendo termino con tristeza diciendo adiós al Sr. Edwards. Se nos ha ido otro genio. ¡Qué pena!
ResponderEliminarKilgore, por qué no das un golpe de Estado y te haces con el mando de alguna cadena? De teletoro, mismamente.
ResponderEliminarMe estoy resistiendo porque me costaría mucho no ceder a la tentación de llevar a cabo fusilamientos masivos.
ResponderEliminarFusilamientos no, con una estocada masiva valdría, ¿no?
ResponderEliminar