viernes, 26 de noviembre de 2010

El plan de demolición de la grada es rápido y barato

Perfecto. No cabe otra palabra para definir el proyecto de demolición técnica de la grada ruinosa del Escartín. Y además ajustado en precio. Los sabuesos que husmean para Dporvida han regresado con él en las patas después de haberse perdido por el monte en busca de conejos (eso han dicho y yo, conociéndolos, me lo creo). Los ingenieros han estudiado a fondo la situación y han dado con una solución que mata tres pájaros de un tiro. El plan de obra consta de siete fases: la uno, la dos, la tres, la cuatro, la cinco, la seis y la siete. Esto igual no era necesario explicarlo pero en las cosas técnicas, cuanto más didáctico se sea, mejor. Además, los planos adjuntos son un poco farragosos. No sé si los comprenderéis.


Hemos acompañado las explicaciones de las copias de los planos para facilitar el seguimiento de todo aquello que, debido a los tecnicismos, pueda ser complejo de entender. Frente a los 18.000 euros que, según algunos medios, se han presupuestado, el coste es muy inferior en función del siguiente desglose de gastos:

1.-Llamada a Colombia. Gratuita por internet. Procedimiento alternativo: correo electrónico, también gratuito.
2.-Un billete de avión clase turista Bogotá-Madrid (sólo ida): unos 150 euros en "atrapalo.com".
3.-Un cubo y una pala: 1,75 euros en "Hiper Asia" (si te atiende el chino flaco te dirá que vale como combustible para barcos; cómpralo igualmente pero no le creas).

TOTAL GASTO: 151,75 euros.

El proceso consta de siete fases claramente diferenciadas:
1.-Se contacta con René Higuita. Esta fase tiene una laguna: sólo puede ser él. El resto del plan de obra depende de que esté dispuesto a venir a Guadalajara. Existe un plan B para convencerle: debido a la carencia de porteros del Dépor (y él qué sabe), se le puede promete un contrato en el mercado invernal como quinto guardameta.

2.-Una vez en Guada, se le muestra a Higuita el balón gigantesco situado sobre el monoposte clavado a la entrada del Escartín.

3.-Al verlo, Higuita no puede resistirse a despejarlo mediante su clásico "escorpión".

4.-El balón vuela en ascendente adquiriendo una inclinación de 34 grados centígrados sobre su horizontal impulsado por Higuita. Después desciende a consecuencia de la ley física p=mg. Para no entrar en tediosos detalles del cálculo relativista de la fuerza aparente (aunque podría hacerlo gracias a mis amplios conocimientos de mecánica cuántica), lo traduciré sin perder la perspectiva técnica: "el hostión lo hace volar hasta la grada que está hecha mierda", contra la que impacta salvajemente.

5.-El macrobalón despedaza el graderío, levantando la lógica polvareda en estos casos (si no la pongo en la foto no os enteráis, eh?). El esférico queda destrozado en varios fragmentos, aunque en el proyecto sólo se aprecia una subdivisión porque quedaba irreconocible con tan poco píxel.

6.-Con el cubo y la pala playeros, y un poco de paciencia, se recogen los cascotes y se evacúan según plan anexo de eliminación de residuos de obra al que no han tenido acceso los sabuesos porque estaba en el cajón del único funcionario del mundo que no tomá café a eso de las 11.

7.-El campo queda listo para su utilización, ya sin el molesto armatoste de hormigón. Se transporta a Higuita hasta Barajas y se le abandona allí para ahorrar los prescindibles costes del billete de vuelta (el porte hasta el aeropuerto queda también descrito y presupuestado en el plan de eliminación de residuos).

3 comentarios:

  1. Se me ocurren múltimples fallos en el plan de obra que he dado en llamar "DEMOLHI(guita)CIONES". Tantos son los fallos que no merece la pena ponerlos de relieve. Seguramente por eso me parece una idea y un plan de demolHIción cojonudo. Por mi parte tiene todas las bendiciones, y como dijo el corrupto aquél: ¡HÁGASE!

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  2. El Plan de Demolhiguitación tiene todos los visados en regla. Sólo le falta el de la embajada colombiana para traer al susodicho.

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  3. Pues manos a la obra, y aviso a todos los socios del Depor. Que se remanguen y a arrimar el hombro, pico y pala, a recoger cascotes.

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