La visita a Valdebebas es el desplazamiento más corto de cuantos hará el Dépor esta temporada. Antes del comienzo de la liga fuimos varios centenares los aficionados que vimos al equipo perder allí, porque nuestra intrahistoria contra el Castilla es más bien negra en resultados. Además de la derrota nos trajimos la lesión de hombro de Núñez, de la que aún no se ha recuperado.
El año pasado, el Castilla se cargó a Lucas en la jornada 37, una antes del final, la primera y única de toda la temporada que terminamos fuera de los puestos de play off. Fue por un empate a cero en el Escartín, un partido en el que el filial blanco parecía que se jugaba la vida en lugar de estar cómodamente instalado en la media tabla. No sé los demás, pero algunos morados que tenemos el esqueleto blanco no tenemos ni el corazón, ni el hígado ni el apéndice partido en estos duelos, como tampoco los tendríamos en una final de Champions League entre el Real Madrid grande y el Dépor.
No se me olvida el mal cuerpo que se me quedó después del repaso que nos dieron el año pasado en Valdebebas, el primer enfrentamiento en 2ªB entre ambos equipos. Ganaron 2-0 con un gol en cada tiempo, pero con esa sensación de que ni jugando cinco días el Dépor hubiese sido capaz de marcar. Las viejas glorias madridistas campaban por allí a desayunar gratis en el coqueto bar acristalado que tienen tras la tribuna preferente y hacía un frío polar que me obligó a ponerme más capas de ropa que una cebolla, guantes, gorro, bufanda y todos los gadgets de abrigo que encontré. La jornada fue bastante aciaga en todos los sentidos, incluido el palizón que se dio nuestra afición desde el aparcamiento hasta el estadio Alfredo Di Stéfano, donde suele jugar el B.
Esta temporada el partido cae en la jornada 13, número que esperemos no sea presagio de otro nuevo saco sin fondo de goles. El Dépor nunca ha ganado al Castilla en liga en su campo. 8 victorias blancas, 1 empate y 0 victorias es el historial de enfrentamientos contra el filial madridista. 36 goles en contra y 4 a favor hablan de una superioridad a veces insultante. Nos han metido dos veces siete goles, una seis y en otras dos ocasiones una manita. De los ocho enfrentamientos en la Ciudad Deportiva en Tercera División sólo hemos sacado un punto, dos derrotas por la mínima... y cinco goleadas. Deprimente.
Aún así iremos a Valdebebas a caminar un mundo hasta el estadio, a quedarnos boquiabiertos cuando Valdano (Mou seguro que no porque los grandes juegan a las siete en Gijón) aparque en la mismita puerta su Audi con doce tubos de escape, veremos de lejos a Amancio, Butragueño y Pardeza y probablemente nos traeremos poca cosecha de puntos porque el Castilla es nuestra bestia blanca, porque nos suele poner mirando a Guadalajara apenas empieza a rodar el balón.
Es igual. Somos del Dépor. Sabemos sufrir. El domingo a las cinco de la tarde, como en las tragedias taurinas, nos vemos en la taberna de Mou.
¡Enhorabuena, Coronel! Pedazo de blog, espectacular... Lectura obligatoria diaria sí o sí... Y, por cierto, ¡viva el gran Carlos Lapetra! Firmado: Capitán Willard.
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