Las lesiones de Jorge y Ernesto obligaron a Terrazas a recomponer el once inicial, formado por:Sanmiguel, Antonio Moreno, Quesada, David Fernández, Barral, Oya, Soria, Iván Moreno, Gerard Badía, Juanjo y Aníbal. Absolutamente inédita una formación que no consiguió perforar la portería rayista.
Tuvieron que saltar al césped Míchel y Nico para que el dominio morado se tradujera en goles. Después ingresaba Cuesta en el campo ocupando el lugar de Soria, lo que permitió a Diamanka lucirse como el mejor jugador rayista. Impresionante el senegalés en tareas tanto defensivas como ofensivas. Espigado pero fuerte, el medio centro de color hizo una exhibición de templanza y saber estar y no desapareció nunca, aunque se mostró incapaz de parar a Nico en el primer gol del Dépor. Tampoco le amedrentó el metro noventa largo de Míchel (recordemos, un ex rayista) en un conato de enfrentamiento que hubo entre ambos y que pudo acabar con los dos expulsados. Salvo error u omisión en la búsqueda, el árbitro (Herreros Arenas) nunca ha sacado una roja directa.
Cabe imaginar el cabreo de Terrazas al final del partido por el despiste de la jugada que originó el gol vallecano, ya al final del tiempo de descuento. Un imperdonable error con los jugadores más pendientes del silbato que del campo, lo que permitió una combinación que terminó con un gol de Nono. Y es que a Terrazas, como a Mourinho, lo que más le pone es que su equipo no encaje goles. A partir de ahí, todo es sumar.
Ni Liñero ni Terrazas habían hecho uso de este once a lo largo del campeonato. En las seis primeras jornadas, Liñero prefirió a Oinatz en el centro de la defensa junto a Jorge. El capi no perdió su puesto con Terrazas, quien escogió como opción prioritaria a Quesada para acompañarle en el eje defensivo del Dépor.
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