miércoles, 24 de noviembre de 2010

Oda a un gol

La tecnología moderna (no íbamos a usar la antigua, claro) nos ha permitido pasar a imagen fija el gol de Cuesta en Valdebebas sobre la secuencia que Televisión Guadalajara ha colgado en su web, a su vez obtenida de Real Madrid Televisión, conseguida de la realidad misma porque muchos estábamos allí y lo vimos con nuestros propios ojos. ¿Por qué contamos todos estos detalles? Lo ignoramos. Como hay quien nos acusa de pesados por insistir en la belleza de este gol, hemos decidido darles la razón. El poeta Gustavo Adolfo Kilgore ha compuesto una poesía para la ocasión. Más infumable, imposible. La métrica es deplorable, la rima patética y la simbología un espanto: os gustará.




La robaste y la lanzaste, como el que tira un melón
pero con la diferencia, de que aquello era un balón.
Un balón que voló alto, un balón que aterrizó
por la escuadra de tres palos que Jesús no defendió.

Llovía que daba asco, en esa tarde infernal
tú tiraste y la metiste, eres grande Cuesta y tal.
Pedazo de chicharraco el que endosaste al portero
los defensas te miraban buscando del mago el sombrero.

En tu vida habrás marcado como esa maravilla un gol
dices que en Córdoba otro, será verdad o un farol.
La tarde estaba de perros, la tarde estaba jodida
pero Soria abrió la lata y nos devolvió a la vida.

Luego vino una parábola, rebosante de belleza
la veo y la vuelvo a ver y jamás me da pereza.
Valdebebas aplaudía, la gesta del cordobés
admiraba su golazo, su habilidad con los pies.

Dicen que no defiendes, que nunca metes la pierna
a quién cojones le importa, si endosaste esa volea.
Tú tranqui y sigue metiendo, lo que tienes que meter
si metes donde no debes, usa una goma, joder.

Pero volviendo a la cosa, ¡qué golazo vi yo allí!
tan bueno como el de Iniesta, mereció la pena ir.
Fíjate, me entré acordando, en los muertos del peaje
pues pagué casi dos euros, ¡por menos me hago yo un traje!

Lo dejo aquí por ahora, ya volveré a componer
una oda como ésta, tan lamentable y soez.
Dudo mucho que el poeta, por muchos años que viva
vuelva a ver otro golazo pagando tanta autopista.

5 comentarios:

  1. Jajaja... Grande su primo hermano Gustavo Adolfo... Lo que me he podido reír...

    Capitán Willard.

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  2. Sí, capitán, mi capitán... Menos mal que es anónimo. Si no, este Gustavo Adolfo Kilgore estaría en el club de los poetas muertos.

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  3. mardita sea mi arrrmaaaa, si lo zé no meto er gol

    RC7

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  4. Esto más que una oda es una "joda", que diría el argentino... Cuanto más la leo, más me convenzo de que lo tuyo es la poesía, pero en otro planeta por favor. Ah, y no dejes nunca de tener ese sentido del humor, pero en este planeta por favor

    Diego Armando Mara No Dá

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  5. De tanto componer estoy descompuesto. De hecho, la oda no es una composición, sino una descomposición poética.

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